UN EXAMEN MUNICIPAL DE PROYECCIÓN NACIONAL

Los libertarios, el PRO y el peronismo se juegan su futuro en la elección porteña

Los comicios de este domingo tendrán como eje central la disputa abierta entre libertarios y macristas, con el kirchnerismo enfocado en capitalizar esa fragmentación inédita. Los hermanos Milei y los primos Macri se pusieron al frente de las boletas de sus candidatos. Pusieron todo lo que pudieron en una campaña donde preocupa la baja asistencia. Tanto en LLA como en el PRO, esperan quedar arriba del otro para consolidar la hegemonía en el territorio. Santoro cree que estará primero. Tanto Larreta como Marra se esperanzan con alcanzar los dos dígitos y quedar en el centro de la disputa para 2027.

Manuel Adorni (LLA), Silvia Lospennato (PRO), Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires). Foto: cedoc

Las elecciones para renovar treinta bancas en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se nacionalizaron a niveles inesperados. Concentrarán hoy la atención de todo el sistema político, de los medios de comunicación, de los mercados y del denominado “círculo rojo”.

La contienda municipal que se extendió a todo al país tendrá a tres principales contendientes: La Libertad Avanza, el partido creado por el presidente Javier Milei desde el poder, al PRO, liderado desde hace décadas por Mauricio Macri y al kirchnerismo encabezado por Leandro Santoro, pero con Juan Manuel Olmos como el gran artifice, jugándose buene parte de su suerte electoral del año.

La disputa de hoy comenzará a moldear fuertemente el escenario electoral que tendrá impacto en la provincia de Buenos Aires, en el resto de las provincias, en los diversos armados territoriales y finalmente en la nueva composición que habrá tanto en la Cámara de Diputados como el Senado a partir del 10 de diciembre.

LLA tendrá hoy su primera prueba real de fuego desde que fue fundado. Si bien el partido libertario creado por Karina Milei ya se puso a prueba en provincias como Santa Fe, Salta, Jujuy y Chaco, las dificultades de dichos armados eran conocidos en la previa. Además, Milei no estaba en la boleta.

Si bien en las elecciones porteñas el apellido Milei tampoco estará en el cuarto oscuro, el Presidente jugó fuerte y puso su propio capital político en juego para respaldar a su vocero y candidato, Manuel Adorni. Los libertarios se juegan un pleno. No solo buscan ganarle a la lista del PRO encabezada por Silvia Lospenatto, aunque terminar de desplazar a Macri y quedar como la única opción de “centro-derecha” y la verdadera alternativa al kirchnerismo. Es por ello que los libertarios nacionalizaron la comunicación de la campaña.

De no concretarse los resultados que Milei y la Casa Rosada desean, el golpe podría ser catastrófico. Se trata de una campaña en la que Milei jugó a fondo y puso a todo el Gabinete Nacional para respaldar a Adorni. La postal quedó plasmada días atrás en el cierre de campaña, en Plaza Mitre.

Los violetas quieren sacarle al menos diez puntos de ventaja a los amarillos. Si no sucede, LLA quedaría fuertemente debilitada para negociar acuerdos en otros territorios, principalmente en la provincia de Buenos Aires. Pero además, sería un durísimo golpe para el propio Milei, quien asumió casi en primera persona la campaña, plebiscitando su figura a casi un año y medio de la gestión.

En tanto Macri busca aferrarse a su principal bastión, y a la cuna que lo vio nacer en la política. La Ciudad, desde donde supo construir un recorrido que lo catapultó a la Casa Rosada en 2015.

El expresidente también asumió en primera persona la campaña. Se lo vio activo pese a no tener inclinación por las actividades electorales. Apuntaló en todo momento a Lospenatto y jugó fuerte contra Milei en diversas declaraciones cuando la ley de Ficha Limpia no pudo ser aprobada por apenas un voto.

Tras una interna destructiva en 2023 que finalizó tanto con Patricia Bullrich como con Horacio Rodríguez Larreta eyectados del partido, Mauricio volvió a asumir la conducción del PRO, respaldó la gestión de su primo Jorge Macri y premió la lealtad de Lospenatto con un primer lugar en la lista.

Las redes de influencias tejidas por Mauricio desde el 2007 en la Ciudad y desde mucho antes en Boca Juniors, podrían verse muy dañadas si el resultado no es el deseado y podrían significar el comienzo de un fin de ciclo; justamente lo que Macri quiere evitar; justamente lo que Milei busca que se concrete.    

Quien llega con menos responsabilidades a la elección, pero con muy buenas perspectivas es Santoro. Se define como alfonsinista y está al frente de la propuesta del kirchnerismo. En esta elección aprovechó la fragmentación del voto histórico que tuvo el PRO. Con las diversas alianzas que sostuvo a través de dos décadas podría obtener un triunfo. Algo que no le sucede al peronismo desde 1993, cuando Erman González en plena era menemista supo alzarse con un triunfo.

Con todas esas características previas, ni Santoro ni Olmos supieron aglutinar a todo el arco peronista que también llega con dos listas más. A priori ambas son mucho menos competitivas que la liderada por Santoro con aval de La Cámpora y de Cristina Kirchner.

La posibilidad para el peronismo de alzarse con un sólido resultado podría significar la posibilidad de comenzar a amalgamar las piezas dispersas en otras provincias, sobre todo por la reciente experiencia en algunas provincias como Salta o Chaco, en las que la fragmentación de la oferta facilitó los triunfos de otros espacios y llevó al peronismo a guarismos muy por debajo de los históricos.

La lluvia y el clima serán,  además de la inédita nacionalización, un condimento extra en las elecciones de hoy. Nadie arriesga a dar porcentaje de participación. En la Casa Rosada creen que estaría levemente por debajo del 70%, una cifra mayor a la registrada en las elecciones provinciales hasta el momento. En el PRO aseguran que habrá menos asistencia que en el 2023 y que si afloja la lluvia, no se verá afectada la presencia de adultos mayores, que forman parte de su caudal de votantes.