Tras cinco días de viaje, Pupy llegó al Santuario de Elefantes de Brasil

Después de más de tres décadas de vida en cautiverio, el viernes al mediodía Pupy, la última elefanta que estaba en el antiguo Zoológico de Buenos Aires, culminó un viaje de cinco días que la llevó desde el Ecoparque hasta el Santuario de Elefantes de Chapadas dos Guimarães, en el estado de Mato Grosso.

El traslado de Pupy, de 35 años, incluyó meses de preparación, entrenamientos específicos y cuidados especiales. Desde la elección del vehículo especial hasta la construcción de una caja de transporte adaptada, para que el viaje fuera lo menos estresante posible. 

A lo largo de los 2.700 kilómetros que separan Buenos Aires del Santuario, el equipo a cargo del traslado se detuvo en varias oportunidades para monitorear la salud física y emocional de la elefanta. En cada parada se la refrescó y alimentó.

Pupy llegó al antiguo zoológico porteño en mayo de 1993, cuando los zoológicos eran considerados espacios de recreación y aprendizaje para el público. Durante años fue una de las atracciones del lugar. 

Con el paso del tiempo, y tras el cierre del zoológico en 2016 para transformarse en el Ecoparque porteño, se concretaron más de mil derivaciones de animales a santuarios, reservas naturales y centros de rehabilitación. Pupy fue la última de estas derivaciones de gran porte. 

El arribo de Pupy al santuario fue seguido en tiempo real por miles de personas por las redes del Ecoparque. Así, los espectadores pudieron ver cómo la elefanta llegó a su nuevo entorno. Con paciencia y respeto, sus cuidadores le ofrecieron cañas, sandía –su alimento favorito– y un refrescante baño.

El Santuario de Elefantes de Brasil es un espacio de casi 1.500 hectáreas, diseñado para ofrecer un ambiente lo más natural posible a elefantes que han pasado su vida en cautiverio. 

En las primeras horas, Pupy fue instalada en un cobertizo exterior, un espacio de transición donde podrá comenzar a adaptarse a su nuevo hogar.