Las acciones estadounidenses se recuperaron de una pronunciada caída tempranera el lunes ya que los inversionistas buscaron ofertas en los atribulados sectores de servicios públicos y consumo tras dos días a la baja. Las empresas de tecnología mantuvieron sus retrocesos al resurgir la preocupación por la guerra comercial EE.UU.-China.
El índice S&P 500 se repuso de un descenso inicial y cerró sin mayor variación, mientras que el Nasdaq 100 bajó a su nivel más bajo desde el 1 de agosto en su tercer día de caídas, en tanto que las compañías de software y los fabricantes de semiconductores anotaron el peor desempeño en el mercado. La volatilidad parece volver, pues el índice de volatilidad de Cboe, o VIX, alcanzó por un momento su nivel más alto desde junio.
"Cuando estas acciones se vuelven así de caras en cuanto a su valuación y el mercado baja, tienden a ser las más afectadas", comentó Matt Maley, estratega de capital de Miller Tabak. "Ahí es donde está el dinero débil. Hay una cierta cantidad de personas que se enfocan en ciertas acciones solo por razones de ímpetu, no porque crean en sus fundamentos".
El dólar se fortaleció frente a la mayoría de sus pares principales, excepto el yen, y el oro descendió. Las acciones europeas declinaron ante el continuo desafío de Italia a funcionarios de la UE sobre el presupuesto que propuso el nuevo gobierno populista.
Las acciones de mercados emergentes cayeron pese al repunte en Brasil luego de que el candidato de extrema derecha y favorito de los inversionistas, Jair Bolsonaro, obtuviera una ventaja abrumadora en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del país. El yuan chino se debilitó tras una cambio de política por parte de las autoridades monetarias e inversionistas extranjeros se desprendieron de 9.700 de yuanes, o US$1.400 millones, de acciones A mediante enlaces con Hong Kong. Mientras tanto, el secretario de Estado de EE.UU., Michael Pompeo, tuvo un intercambio áspero con funcionarios chinos durante una reunión en Pekín, lo que resaltó los riesgos comerciales entre ambos países.
"China y EE.UU. se dirigen hacia una confrontación", advirtió Alicia Levine, estratega jefe de BNY Investment Management. "Lo que realmente me preocupa no es tanto el efecto real, sino el efecto en cadena. Vimos esto hoy, la moneda china está bajando como resultado de esto y si la confrontación comercial continúa, el yuan seguirá cayendo y eso creará toda una serie de problemas para la economía global".
En Europa, los operadores centraron su atención en Italia, donde el rendimiento de los bonos a 10 años del país aumentó a su punto máximo en cuatro años y se vendieron las acciones bancarias luego de que el gobierno populista se negara a aceptar las críticas de la Unión Europea por su propuesta presupuestaria. Los problemas italianos y la mayor debilidad de los datos industriales alemanes se sumaron a la presión sobre el euro.
Los inversionistas observarán esta semana a las mayores economías en busca de señales, después de que el banco central de China redujera la cantidad de efectivo que los prestamistas deben mantener como reservas, buscando apuntalar la producción en medio del empeoramiento de la guerra comercial. En EE.UU., los operadores se preparan para las subastas del Tesoro por un total de US$230.000 millones esta semana tras una venta masiva registrada la semana anterior que llevó los rendimientos a 10 años a su nivel más alto desde 2011 y disminuyó el interés en muchos mercados de acciones.
Por otra parte, el crudo WTI se mantuvo cerca de los US$74 por barril y el aluminio se derrumbó luego de que Norsk Hydro diera pie atrás a su decisión de cerrar la mayor refinería de alúmina del mundo, lo que agudizó los problemas de oferta.
