Las acciones estadounidenses anotaron su mayor descenso desde febrero ya que la reciente preocupación por el impacto de la guerra comercial con China perjudicó a las empresas tecnológicas e industriales. Los bonos del Tesoro subieron junto al yen ante la demanda de activos refugio.
La ola de ventas llevó al S&P 500 a su nivel más bajo en tres meses, el Dow Jones Industrial Average cayó hasta 836 puntos y el Nasdaq 100 retrocedió más de 4% exhibiendo así su peor desempeño diario en siete años. Las 30 compañías que integran el indicador descendieron, entre las cuales Boeing y Caterpillar bajaron al menos un 3,8%. La caída del S&P 500 fue la quinta consecutiva, su peor racha desde el triunfo de Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales de EE.UU.
Fastenal alimentó la inquietud sobre la posibilidad de que la guerra comercial eleve los costos de materiales, lo que reduciría los márgenes de utilidades. Estee Lauder y Tiffany encabezaron las pérdidas luego de que la fabricante francesa de artículos de lujo LVMH confirmara que China está haciendo cumplir las normas aduaneras de manera más estricta, al tiempo que la tensión en materia comercial sigue siendo alta. El índice de volatilidad de Cboe se situó más allá de 20 por primera vez desde abril. El petróleo bajó de los US$75 por barril, pese a que un potente huracán se dirige hacia el noroeste de Florida.
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"Lo más importante en los mercados es que se está viendo una relajación", comentó por teléfono Samean Samana, estratega técnico y cuantitativo global de Wells Fargo Investment Institute. “Las acciones estaban muy bien, las tasas en su mayor parte se comportaron muy bien. Cuando están estos momentos de riesgo, especialmente cuando se avanza más en el ciclo, hay una cierta preocupación por parte de los inversionistas que se preguntan: ’¿es esto el principio del fin?’".
Sólo días antes del inicio de la temporada de resultados del tercer trimestre se multiplican las señales de que las compañías podrían no generar el crecimiento descontrolado que ha elevado las acciones en lo que va de año. Los inversionistas llevan mucho tiempo preocupados de que la guerra comercial afecte las ganancias y ahora un grupo de empresas advierte que eso está sucediendo al mismo tiempo que el aumento de los rendimientos de bonos incrementa los costos de endeudamiento.
Las valoraciones parecen más atractivas, pero el panorama comercial sigue dominado por el conflicto EE.UU.-China y la mayor volatilidad de los mercados bursátil y de bonos.
En Europa, el índice Stoxx 600 cayó pues disminuciones en industrias como minería y fabricación de automóviles contrarrestaron las ganancias de compañías de telecomunicaciones y bancos. Las acciones de Japón subieron después de cuatro días de retrocesos, mientras que las de China se elevaron y las de Corea del Sur se desplomaron al reanudarse las operaciones después de un feriado.
Por otra parte, los bonos italianos se recuperaron de una caída cuando el viceprimer ministro proyectó que los rendimientos de deuda no crecerán demasiado debido a los planes presupuestarios del gobierno. El rand sudafricano tropezó tras el repunte del martes. El crudo estadounidense se transó cerca de los US$75 por barril al tiempo que el huracán Michael reducía la producción de petróleo en alta mar y la AIE emitía una advertencia al mercado global.
