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Acuerdo del brexit es demasiado bueno para Europa

Si rechazan el acuerdo de May con la Unión Europea, lo lamentarán mucho en Bruselas.

European Union Leaders Meet To Break Brexit Deadlock
European Union Leaders Meet To Break Brexit Deadlock | Bloomberg

Si el Parlamento británico rechaza el acuerdo que el gobierno de la primera ministra Theresa May negoció con la Unión Europea, lo lamentarán mucho en Bruselas, porque el acuerdo en su forma actual esencialmente aísla a Europa de la mayor parte de las consecuencias del brexit.

Hay una razón por la que Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, se apresuró el jueves a convocar una reunión de los líderes de la UE para el 25 de noviembre antes de que hubiera claridad de si el acuerdo sobrevivirá a los ataques desde todos los frentes en el Reino Unido. Como dijo Tusk, siempre ha sido la postura de la UE que el brexit es una propuesta desventajosa para ambas partes y que cualquier negociación sólo puede ser sobre control de daños. Pero el acuerdo preliminar no es en absoluto malo para Europa.

El acuerdo está diseñado para garantizar que las empresas europeas, especialmente los fabricantes de automóviles alemanes, no pierdan un mercado importante y no necesiten reestructurar sus cadenas de suministro. Según los documentos dados a conocer el jueves por la noche, las empresas reciben una triple garantía.

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En primer lugar, está el período de transición hasta finales de 2020, que puede ampliarse indefinidamente y que, en esencia, mantiene al Reino Unido en la UE para todos los fines, excepto para la toma de decisiones.

En segundo lugar, está el mecanismo de protección, el "backstop", para evitar una frontera dura en Irlanda, al que regresarán las relaciones Reino Unido-UE si no se amplía el período de transición. Es casi el mismo trato que el que tiene Turquía con la UE, imponiendo al Reino Unido casi todas las reglas de comercio de bienes del bloque más unas 25 páginas de regulaciones de "campo de juego nivelado" que aseguran que Gran Bretaña no intente superar a sus antiguos socios estableciendo menores estándares ambientales, laborales, de ayuda estatal, antimonopolio y otros.

En tercer lugar, está la futura relación económica que se supone que "se desarrollará en el territorio aduanero único" entre la UE y el Reino Unido. Ninguna versión de una unión aduanera es peligrosa para los productores de mercancías.

Las pérdidas para Bruselas por el acuerdo son limitadas. A menos que se amplíe el período de transición, perderá unos 13.000 millones de euros (US$14.700 millones) al año en contribuciones del Reino Unido y ahorrará unos 7.000 millones de euros al año que ha estado invirtiendo en el Reino Unido. Aparte de eso, no es tan terrible. Por ejemplo, las flotas pesqueras de los países de la UE tendrán menos oportunidades de pescar en aguas del Reino Unido (aunque probablemente no serán excluidas por completo). Las empresas europeas perderán igualdad de acceso a la adquisición pública del Reino Unido, aunque esto podría ser temporal. Europa también puede perder parte de la estrecha cooperación policial y de seguridad con el Reino Unido, aunque es casi seguro que se adoptarán nuevas disposiciones.

También hay ganancias. Un acceso más precario de las empresas financieras británicas a la UE les obligará a desarrollar bases continentales sólidas. El fin de la libre circulación de personas entre la UE y el Reino Unido también puede beneficiar a Europa. Con menos oportunidades de emigrar, las naciones de Europa oriental podrían obtener un respiro de los debilitantes flujos de salida de su población. A Letonia le gustaría perder menos ciudadanos que se van al Reino Unido, al igual que Polonia. Alemania, con un desempleo en mínimos históricos y una escasez de trabajadores cualificados, podría beneficiarse si los inmigrantes optaran por ese país.

Pero quizás lo mejor del acuerdo para la UE es que cualquier país miembro puede mirar los documentos del brexit y no encontrar una sola razón por la que valga la pena abandonar el bloque. El negociador jefe de Europa, Michel Barnier, ha elaborado un elemento disuasorio eficaz para los imitadores.

El problema, por supuesto, con un documento tan conveniente para Europa es que es muy malo para los británicos. Günter Verheugen, quien fue comisario europeo durante más de una década, escribió el viernes que jugar para ganar cada punto de las negociaciones del brexit no era necesariamente la mejor estrategia. "Cualquiera que presione a los británicos en un corsé de la UE que hoy está demasiado apretado perderá cualquier oportunidad de que vuelvan voluntariamente", escribió.

Tan apretado es el corsé que hay una posibilidad extremadamente alta de que el acuerdo de May sea rechazado por los legisladores británicos. Sin embargo, su acuerdo sería prácticamente imposible de renegociar para cualquier otro primer ministro británico, dada la posición de la UE. Como tal, todavía existe el peligro real de que no se logre ningún acuerdo (a menos que los defensores de un segundo referéndum consigan una victoria poco probable). En un escenario de brexit sin acuerdo, las pérdidas para las empresas europeas serían inmediatas y brutales.

En ese caso, Barnier tendrá que cargar con su parte de la culpa, junto con los líderes de la UE que le dieron unas instrucciones tan rígidas. Hay una vieja sabiduría acerca de jugar póquer con un grupo fijo de compañeros: si ganas todo el tiempo, al final nadie querrá jugar contigo. Esa es la trampa que los negociadores de la UE se han puesto a sí mismos.

* Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.