Los gobiernos del Reino Unido y Alemania renunciaron a demandas clave para el brexit, lo que podría allanar el camino para que el Reino Unido llegue a un acuerdo con la Unión Europea, dijeron fuentes con conocimiento del asunto.
Alemania está dispuesta a aceptar un acuerdo menos detallado sobre los futuros lazos económicos y comerciales del Reino Unido con la UE en un intento por lograr un acuerdo sobre el brexit, según personas que hablaron bajo condición de anonimato dado que las conversaciones son privadas. El Reino Unido también está dispuesto a aceptar una declaración de intenciones más vaga sobre la relación futura, postergando algunas decisiones hasta después del día del brexit, según un funcionario que prefirió no ser identificado.
Este giro significa que la oposición generalizada a la propuesta de la primera ministra Theresa May para la futura relación, conocida como el plan de Chequers, no es necesariamente un obstáculo para lograr un acuerdo de divorcio. Eso es porque el brexit se está realizando en dos partes: primero el acuerdo de separación para asegurar que la salida sea ordenada, y luego el acuerdo comercial futuro, que no se negociará hasta después de que el Reino Unido abandone el bloque.
Inicialmente, ambas partes querían un bosquejo detallado sobre la relación futura como parte de la primera etapa. Los negociadores del Reino Unido y la UE planeaban un documento de hasta 100 páginas; ahora podría ser apenas una décima parte de eso, señalaron los funcionarios.
La UE rechaza gran parte del plan de May para las relaciones futuras, en particular su idea de permanecer solo en algunas partes del mercado único y establecer un modelo único de aduanas que le permita realizar sus propios acuerdos comerciales globales. La opinión de Alemania es que las decisiones difíciles, si no se pueden acordar ahora, pueden esperar hasta que el Reino Unido se encuentre en su fase de transición posterior al brexit, durante la cual seguirá acatando las normas de la UE para mantener el statu quo hasta que exista claridad sobre el nuevo régimen.
La cuestión de la cantidad de detalles que se deben acordar antes del brexit ha dividido a los gobiernos de la UE durante un año. Mientras Alemania y Francia buscan un plan detallado, los aliados más cercanos del Reino Unido, como los Países Bajos, prefieren dejar opciones más abiertas. De todos modos, un acuerdo menos específico deberá mostrar una dirección de avance clara y la UE sigue insistiendo en que el Reino Unido no podrá escoger y elegir ciertas partes del mercado único del bloque, dijeron funcionarios en Bruselas.
Sin embargo, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ha dicho que el Reino Unido puede cambiar de opinión sobre qué tipo de relación quiere incluso después de su salida.
Un acuerdo menos detallado sobre el futuro permitirá a los funcionarios concentrar su energía en el llamado "backstop", o mecanismo de protección, para la frontera irlandesa, una póliza de seguro que se activará si el futuro acuerdo entre el Reino Unido y la UE no evita la necesidad de controles aduaneros entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Sobre ese tema, también hay señales de progreso.
Los funcionarios de la UE están buscando maneras de hacer más aceptable la propuesta del bloque para el llamado "backstop", dijo esta semana una persona con conocimiento de la situación. En tanto, el secretario del brexit, Dominic Raab, insinuó el martes que el Reino Unido podría estar dispuesto a ofrecer una concesión a la posición de la UE.
Una declaración política no detallada sobre la relación futura también puede facilitar que May apruebe el "backstop", según Mujtaba Rahman, director general de Eurasia Group, en una nota el miércoles.
"Los negociadores de la UE ahora estiman que la primera ministra británica podrá aprobar el "backstop" de la UE en el Acuerdo de Retirada porque podrá argumentar, apuntando explícitamente a la declaración política, que nunca será necesario implementarlo", escribió Rahman.