Funcionarios de la Unión Europea estudian cómo desbloquear un acuerdo más amplio sobre el brexit haciendo que el tema de la frontera irlandesa sea más aceptable para el Reino Unido, según una persona cercana a la situación.
En febrero, la UE presentó un plan detallado para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda, una propuesta que efectivamente mantendría a Irlanda del Norte en la unión aduanera del bloque y partes del mercado único si es necesario. Pero ese enfoque equivaldría a erigir una frontera aduanera entre Irlanda del Norte y el territorio continental de Gran Bretaña, lo que según la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, es inaceptable.
La UE acepta que su versión original fue torpe e indicó una falta de confianza en Gran Bretaña, según la persona, que habló de forma anónima porque las negociaciones son confidenciales y aún no se han presentado propuestas alternativas formales. Aún así, no hay duda de que el bloque está retrocediendo en cuanto a los principios detrás del asunto.
Clave en tema brexit
La búsqueda de una versión más políticamente aceptable para el Reino Unido del cierre fronterizo es clave para todo el proceso del brexit. La cuestión irlandesa debe resolverse para permitir que las dos partes acepten un convenio de retirada y así evitar el riesgo de que Gran Bretaña se salga del bloque sin un acuerdo.
El Reino Unido también está trabajando en propuestas para encontrar una solución al problema fronterizo. Pero May necesita mantener a sus aliados en el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, ya que sin ellos no tiene una mayoría en el Parlamento. Para el PUD, cualquier barrera entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña sería inaceptable.
Los legisladores del PUD desconfían de las concesiones que el gobierno del Reino Unido estaría dispuesto a ofrecer a la UE. Bloomberg informó en julio que una opción considerada es mantener a Irlanda del Norte en línea con algunas reglas de la UE después del brexit y establecer controles regulatorios, pero no una frontera aduanera, entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña. Legisladores del PUD interrogaron reiteradamente el martes al secretario del brexit, Dominic Raab, sobre si habría una frontera reguladora en el Mar de Irlanda. Raab no llegó a descartarlo.
"No permitiremos que se haga nada que pueda amenazar la integridad territorial o constitucional del Reino Unido", aseguró.
EL jefe negociador del brexit de la UE, Michel Barnier, ha dicho que está abierto a sugerencias sobre cómo resolver el problema y en julio planteó que se podía encontrar un camino a seguir. "Necesitamos desdramatizar las cosas", sostuvo.
La voluntad de la UE de ayudar a May está detrás de la solicitud de Barnier de la semana pasada para obtener más detalles de Gran Bretaña sobre lo que cruza hacia Irlanda del Norte desde el continente, añadió la fuente. Puede haber muchas áreas donde hay poco comercio, por ejemplo, lo que significaría que esos sectores necesitarían un monitoreo mínimo de manera regular, agregó.
Postura del PUD
Una segunda área que se explora son las circunstancias bajo las cuales se activaría cierre fronterizo. Si la UE y el gobierno del Reino Unido pueden demostrar que hay relativamente pocos factores que desencadenen la medida, eso puede ayudar convencer al PUD.
Aún así, existe un riesgo real de que el partido norirlandés rechace cualquier tipo de barrera, no importa cuán diluida, aclaró la fuente.
Si bien el gobierno irlandés todavía quiere un respaldo para garantizar que no vuelva a surgir ninguna frontera después del brexit, el primer ministro Leo Varadkar ha dicho también que no está "aferrado" a la versión precisa del texto legal. Lo importante es el resultado, manifestó.
Se espera un avance relativamente pequeño en las próximas semanas, afirmó la fuente, y solo se espera una breve discusión sobre el brexit en una cumbre de líderes de la UE en Salzburgo, Austria, a celebrarse este mes. Noviembre es un plazo más realista para un acuerdo, indicó.
