Rebecca Esparza trabaja con personas sin techo y, como también ella vivió alguna vez en un refugio, sabe cómo es la experiencia de la economía estadounidense si no se tiene mucho dinero.
Para la mayor parte de sus clientes, el efectivo es fundamental porque carecen de acceso a instrumentos financieros que muchos estadounidenses dan por sentados, tales como cuentas corrientes, tarjetas de débito y aplicaciones de pago.
Esparza teme que la creciente cantidad de tiendas y restaurantes del país que no cobran en efectivo margine aún más a las personas de bajos ingresos en momentos en que la desigualdad ya es la mayor en más de medio siglo.
“Olvidamos qué tan pobres pueden ser los pobres en este país”, dice Esparza, que trabaja en la filial de Lawrence, Kansas, de la organización sin fines de lucro Family Promise y en una ocasión vendió su sangre para subsistir y mantener a sus cinco hijos. “Sin duda hoy podría formar parte de ese sistema de ausencia de efectivo, pero sería por completo discriminatorio”.
"La ausencia de efectivo sería un sistema por completo discriminatorio”
Legisladores de todo el país coinciden con Esparza y toman medidas para detener o desacelerar el constante avance hacia una sociedad sin efectivo. Nueva Jersey aprobó este mes legislación que prohíbe muchos tipos de tiendas sin efectivo, sumándose así a Massachusetts, que tiene una ley de 1978 que prohíbe discriminar a los clientes que optan por usar efectivo, y a Filadelfia, que adoptó una ley similar en febrero.
San Francisco ha propuesto prohibir tiendas como Amazon Go y los cafés Blue Bottle de Nestlé, que no aceptan efectivo. Ritchie Torres, de la alcaldía de Nueva York, encabeza los intentos de prohibir el comercio sin efectivo en la ciudad, mientras que legisladores de Chicago y Washington D.C. han considerado propuestas similares en los últimos años.
Los impulsores de los comercios sin efectivo afirman que tienen diversos beneficios. Los pagos electrónicos ahorran a los empleados el tiempo que lleva reunir, guardar y transportar el dinero. La probabilidad de robos es menor. Los clientes pagan más rápido porque no tienen que contar el dinero y esperar el cambio.
"Una tendencia que en un primer momento sería marginal podría multiplicarse de la noche a la mañana”
Algunos sostienen que la tecnología, que ha contribuido a introducir los pagos sin efectivo, puede brindar una solución. Compañías como Square Inc. y PayPal Holdings Inc. ofrecen servicios de pagos que no exigen una cuenta bancaria. Están cobrando aceptación entre los trabajadores de bajos ingresos y podrían ser una alternativa a la prohibición lisa y llana de las tiendas que no aceptan efectivo.
La gran mayoría de los comercios minoristas y restaurantes de EE.UU. aceptan efectivo en la actualidad, y aquellos que no lo hacen suelen apuntar a clientes más prósperos. El ejemplo más conocido es Amazon Go, una cadena de tiendas sin efectivo que vende productos caros como quesos artesanales y chocolates regionales. Amazon.com Inc. opera sólo 10 tiendas Go en tres ciudades, pero podría llegar a abrir 3.000, según personas familiarizadas con el tema.
“Un gigante de billones de dólares como Amazon tiene la capacidad de protagonizar una gran expansión en todo el país”, dice Torres, el concejal neoyorquino. “Así, una tendencia que en un primer momento sería marginal podría multiplicarse de la noche a la mañana”.