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Ante el cambio climático, Brasil no debe nada, según el nuevo ministro de Ambiente

Para Ricardo Salles, el mundo le debe pagar a su país por su trabajo en la lucha contra el cambio climático.

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Ricardo Salles, ministro de Medio Ambiente de Jair Bolsonaro. | Bloomberg

Brasil no debe nada en la lucha contra el cambio climático global y se le debe pagar por su trabajo hasta el momento, según el nuevo ministro de Medio Ambiente del país. Para Ricardo Salles, el Acuerdo de París en sí mismo no es bueno ni malo, pero debe traer beneficios económicos a Brasil. Si limita la producción o el uso de la tierra, en país podría retirarse.

"Brasil no es un deudor. Somos acreedores", aseguró a Bloomberg News, en referencia a la matriz de energía relativamente limpia del país, la reducción de la deforestación y los esfuerzos de reforestación en los últimos años. "Nuestra parte debe ser remunerada, y con respecto a lo que hemos hecho hasta ahora, la pregunta es ¿cuánto, cuándo y cómo?"

El Fondo Amazonía, por US$722 millones, apoya los proyectos de conservación y antideforestación y es financiado principalmente por Noruega y Alemania. El país escandinavo anunció en diciembre que pagaría US$70 millones a Brasil por la reducción de emisiones por la deforestación en 2017.

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, echó para atrás sus planes de eliminar el ministerio de medio ambiente ante la presión del poderoso cabildeo agrícola del país, que temía las repercusiones de los consumidores internacionales preocupados por la agricultura sostenible. El conflicto entre productores y ambientalistas ha sido exagerado artificialmente, afirma Salles, y es perfectamente posible reconciliar el desarrollo económico con la preservación de los recursos naturales del país.

"Cuando tienes más desarrollo económico, atraes más recursos. Cuando la riqueza circula en el país, tienes más dinero para cuidar el medio ambiente", dijo Salles.

En cuanto a las preocupaciones globales por la deforestación de la selva amazónica, Salles señaló que la mayor parte del área pertenece a Brasil y que las partes que no son propiedad del estado tienen propietarios privados que deben ser compensados si se espera que dejen partes de su propiedad sin desarrollar.

En respuesta a las afirmaciones de que los agricultores están deforestando ilegalmente la Amazonía, Salles dijo que hasta dos tercios del fenómeno se dan en reservas indígenas o áreas de conservación, ambas administradas por el gobierno. "¿Quién ha sido incompetente o negligente en su trabajo? Las instituciones públicas", afirmó.

Cambio climático

En el futuro, el Ministerio de Medio Ambiente trabajará en asociación con otras oficinas gubernamentales desde el inicio de cada proyecto de infraestructura, para garantizar que no haya sorpresas de última hora. Según el ministro, los funcionarios públicos tienen un amplio margen de libertad para otorgar licencias, y el abuso ideológico de estas reglas ha ahuyentado la inversión, dijo.

"La clave es la seguridad jurídica y la previsibilidad en la actuación de los organismos estatales", aseguró. "Esto es clave para atraer la inversión nuevamente a Brasil".

Salles afirmó que no subestima el cambio climático, pero señaló que, en lugar de asistir a cumbres mundiales sobre el tema, prefiere actuar de manera práctica. Además de mejorar el entorno empresarial con normas medioambientales más claras, sus prioridades serán el entorno urbano y la eficiencia en la gestión.

"Brasil tiene tantas necesidades básicas que resolver que no es mi trabajo recorrer el mundo discutiendo el cambio climático", dijo. "Si abordo el tema del acceso a las aguas residuales, ¿no estoy ayudando a lidiar con el cambio climático?"