La petrolera estatal YPF SA, productora y refinadora de crudo, está reduciendo el gasto para apuntalar su balance general a medida que los pagos de la deuda se colocan en el centro de la escena tras el colapso del mercado petrolero.
Dado que cerca de US$3.000 millones de deuda vencen este año y el próximo, “fortalecer el balance general es la piedra angular de nuestra estrategia”, dijo Sergio Affronti, nuevo director ejecutivo, a inversores en una llamada de ganancias durante la cual la empresa hizo caso omiso de la guía para 2020. YPF, que ha recurrido a un tesoro de shale en la Patagonia, necesita “volver a lo básico”, sacrificando el crecimiento para preservar el efectivo, dijo Affronti.
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Para mantener la liquidez, YPF busca refinanciar la deuda que vence pronto, seguir recurriendo a los mercados monetarios locales y hacer rollover de un pago de bonos por US$1.000 millones en menos de un año. El éxito bien podría depender de que el Gobierno de Argentina llegue a un acuerdo con acreedores este mes sobre la reestructuración soberana de US$65.000 millones.
La empresa ha reducido en 10% los salarios de algunos empleados, según personas familiarizadas con el asunto. La compañía también retrasará las inversiones en perforación, infraestructura y refinerías, y continuará con desinversiones, dijo Sergio Giorgi, vicepresidente de estrategia y desarrollo de negocios.
YPF tenía US$1.160 millones en efectivo y equivalentes a finales del primer trimestre. Eso es menos de los US$1.330 millones que tiene que pagar a prestamistas este año. Otros US$1.640 millones se vencen en 2021.
El productor, con sede en Buenos Aires, ha tenido problemas para reducir su deuda a una meta a largo plazo de 1,5 veces las ganancias antes de ciertos ítems, o Ebitda. En cambio, la deuda aumentó a 2,2 veces el Ebitda en el primer trimestre, desde 1,7 un año antes.