Arabia Saudita está revisando su política de imponer tasas a empleados expatriados después de que un aumento de los costes resultase en penurias económicas y contribuyese a un éxodo de trabajadores extranjeros, según cuatro personas familiarizadas con el asunto.
Si bien es poco probable que las tasas se cancelen por completo, un comité ministerial está considerando modificarlas o reestructurarlas, dijo una de las personas. Se espera una decisión dentro de unas semanas, dijeron dos de las personas. Todas ellas hablaron a condición de permanecer en el anonimato porque la información aún no es pública.
Awwad Alawwad, ministro saudí de medios de comunicación, negó que se esté revisando la tarifa, dijo el Centro de Comunicación Internacional del Gobierno en un correo electrónico.
Las tasas se anunciaron en 2016 como parte de una campaña para aumentar los ingresos no petroleros del Gobierno, un objetivo clave en la transformación económica del príncipe de la corona, Mohammed bin Salman. Las cuotas han sido poco populares entre los propietarios de negocios en un país acostumbrado a mano de obra extranjera más barata. En parte, como resultado, cientos de miles de extranjeros han abandonado el reino, asestando un golpe a la economía ya en dificultades, pero sin hacer mella en el desempleo de Arabia Saudita.
El objetivo de la revisión es reconciliar las necesidades fiscales del Gobierno con la capacidad del sector privado para contratar y crecer, dijo una de las personas.
Tras una contracción del 0,9 por ciento de la economía del reino el año pasado, los políticos saudíes quieren estimular al sector privado, que ha tenido dificultades para adaptarse a algunos de los cambios rápidos de política del príncipe heredero.
Una encuesta de analistas realizada por Bloomberg mostró que se espera que el producto interno bruto aumente un 2,2 por ciento este año, una cifra aún modesta en comparación con las tasas de crecimiento antes de que la crisis del petróleo del 2014 impulsase el plan de reforma económica del Príncipe Mohammed, denominado "Visión 2030".
Actualmente están en vigor dos tipos de tasas a expatriados. La primera, cobrada por cada dependiente familiar de un trabajador extranjero, se introdujo en julio de 2017. Comienza a partir de 100 riales (US$27) al mes por dependiente y se prevé que aumente en 100 riales cada año. El segundo tipo de tarifa se introdujo en enero y se impone a empresas que emplean a extranjeros, en parte para alentarlos a contratar trabajadores saudíes.
Cuando las tasas entraron en vigor, muchos extranjeros decidieron enviar a sus familias a su país de origen, o se marcharon todos. Esta tendencia ha afectado a un amplio abanico de servicios que les servían, desde restaurantes hasta compañías de telecomunicaciones. Por otra parte, a pesar de las salidas, el desempleo en Arabia Saudita ha aumentado hasta un 12,9 por ciento, su nivel más alto en más de una década.