Los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones desde China siguen generando críticas de economistas y gran parte de la comunidad empresarial. No obstante, están cumpliendo con al menos un objetivo de la guerra comercial que impulsa el gobierno: reducir las importaciones de productos afectados por la medida desde el gigante asiático.
En un nuevo estudio, economistas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) descubrieron que los aranceles de 25 por ciento impuestos a una lista de US$50.000 millones que abarca más de 1.000 productos que van desde automóviles eléctricos a sellos industriales y máquinas de imágenes médicas redujeron tanto el valor como el volumen de esos productos importados desde China.
También hallaron que los aranceles de 10 por ciento a otros US$200.000 millones en importaciones que entraron en vigencia a fines de septiembre tuvieron un impacto menor y llevaron a un aumento de las importaciones antes de que comenzaran a regir.
El estudio del IIF publicado el martes reafirma una de las verdades fundamentales de la economía: aumente el precio de un producto y la demanda de ese producto tiende a disminuir.
Apunta a la forma en que las empresas se adaptan a los aranceles de Trump. "Las importadoras estadounidenses están utilizando menos productos chinos, mientras que las exportadoras chinas están reduciendo parcialmente los precios para compensar los aranceles", escribieron los investigadores del IIF Sergi Lanau, Gen Ma y Greg Basile.
No obstante, también revela que los aranceles hacen poco para cumplir con otro de los objetivos de Trump: reducir el déficit comercial de EE.UU.
El impacto en el total de importaciones estadounidenses desde China en 2018 fue "débil", escribieron los investigadores, en gran parte debido a la prisa por adelantarse a los aranceles que causó tras el segundo anuncio. Inicialmente, Trump amenazó con aumentar esos aranceles al 25 por ciento el 1 de enero, pero postergó la medida hasta el 1 de marzo para negociar un acuerdo con Xi Jinping, su homólogo chino.
"Además, el fuerte crecimiento de EE.UU. en 2018 elevó las importaciones desde todos los países, contrarrestando el impacto de los aranceles en el déficit comercial estadounidense más amplio", agregaron los economistas del IIF.
El estudio del IIF también muestra que los aranceles hicieron poco para reducir el déficit bilateral de EE.UU. con China, en medio de impuestos de represalia de Pekín y "una gran reducción de las importaciones chinas desde EE.UU.".
Ese impacto de los aranceles de represalia en las exportaciones estadounidenses, dijeron los investigadores del IIF, sería el foco de uno de sus próximos estudios.