Los planes del fabricante chino de automóviles Chery Inc. de construir una planta de vehículos eléctricos y baterías de US$400 millones en Argentina ponen de relieve la intención del país por convertir los vastos yacimientos de litio en una bonanza de empleo e inversión.
El anuncio del Gobierno argentino se produce en medio de una frenética carrera por los suministros de litio andino a medida que la transición de los combustibles fósiles hacia energías más limpias abre un nuevo frente en la pugna global entre China y Estados Unidos.
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Contra todo pronóstico, los líderes argentinos insisten en que el litio no se convertirá en otra maldición de recursos para un continente con una historia de siglos de explotación de reservas de materias primas.
Argentina y Chile, país vecino rico en litio, iniciaron conversaciones con Brasil, una potencia en la fabricación de automóviles, para crear una industria conjunta a partir de este metal para baterías.
