El banco central de Argentina planea mantener su tasa de política sin cambios, a medida que sopesa el impacto de la venta masiva en los mercados mundiales, según tres personas con conocimiento directo del asunto.
El banco dejará la tasa clave en 38% en su reunión del jueves, luego de recortarla ocho veces en un total de 25 puntos porcentuales, desde que el presidente Alberto Fernández asumió el cargo en diciembre.
La oficina de prensa del banco central declinó hacer comentarios.
Formuladores de políticas han reducido las tasas para tratar de revivir la segunda economía más grande de Suramérica, que está a punto de contraerse por tercer año consecutivo. Para tratar de contener la inflación, el Gobierno ha implementado congelamientos de precios en transporte público, servicios públicos y algunos alimentos, junto con controles de capital sobre el peso.
Con una tasa de inflación anual de más de 50%, los argentinos tienen pocos incentivos para mantener efectivo en el banco con precios que aumentan mucho más rápido que las tasas de ahorro.