El banco central de Brasil señaló que está listo para ajustar la política monetaria en caso de que aumente la presión inflacionaria, según la minuta de la decisión de la semana pasada del banco en la que mantuvo la tasa clave en un mínimo histórico.
Dado el desafiante panorama que enfrentan los mercados emergentes y la incertidumbre sobre las futuras políticas económicas de Brasil, el banco debería estar preparado para reducir una política monetaria expansiva, escribieron los miembros de la junta en el documento publicado el martes. "El Comité evaluó que este estímulo debería retirarse gradualmente si el potencial escenario de inflación en el horizonte pertinente y/o si su balance de riesgos empeoran", escribieron los miembros de la junta del banco central.
Apenas unas semanas antes de una elección presidencial muy disputada, los encargados de política mantuvieron la tasa de referencia Selic en 6,5 por ciento, pero advirtieron sobre una serie de riesgos desde el comercio internacional hasta la continuidad de las medidas de ajuste de cinturón en Brasil. La falta de reformas fiscales podría afectar la percepción de riesgo de los inversionistas, lo que podría alimentar la inflación.
El real brasileño ha perdido cerca del 20 por ciento de su valor en lo que va del año, el tercer peor desempeño entre las monedas de mercados emergentes.
El real brasileño ha perdido cerca del 20 por ciento de su valor en lo que va del año, el tercer peor desempeño entre las monedas de mercados emergentes, ya que los inversionistas temen que el próximo presidente de Brasil pueda deshacer algunas de las leyes favorables al mercado aprobadas por la administración actual.
Por ahora, el traspaso de la caída de la moneda ha sido limitado, excepto por los aumentos en algunos precios administrados por el gobierno, escribió el banco en la minuta.
Aun así, los economistas encuestados por el banco central han elevado sus expectativas de inflación, y ahora proyectan que los precios subirán un 4,28 por ciento en 2018, en comparación con el 4,09 por ciento que se proyectaba hace una semana. El banco apunta a una inflación de un 4,5 por ciento para 2018 y un 4,25 por ciento para 2019, más o menos 1,5 puntos porcentuales.
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