El Banco Interamericano de Desarrollo postergó su reunión anual en Colombia programada para la próxima semana por los temores relacionados con el coronavirus.
El banco con sede en Washington, principal institución de desarrollo dedicada a América Latina y el Caribe, anunció el martes por la tarde la medida con el presidente colombiano, Iván Duque. La decisión de postergar las reuniones programadas para Barranquilla hasta la primera quincena de septiembre fue responsable y se tomó después de una conversación franca entre el banco y Colombia, dijo Duque.
“Colombia se mantiene como sede de este importante evento internacional. Lo haremos dando todas las garantías y que todos los visitantes tengan la garantía de que podrán, después, regresar a sus lugares de origen”, dijo Duque en un discurso que ofreció en una universidad de Ciudad de México en su visita oficial a ese país.
La medida se conoce tras la decisión que tomaron la semana pasada el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de utilizar un “formato virtual” para convocar sus reuniones de primavera el próximo mes, en lugar de celebrar la conferencia en Washington. Una serie de otros eventos en todo el mundo han sido postergados o cancelados por el brote de coronavirus.
La reprogramación significa que el próximo presidente del BID será elegido en esa reunión, según un comunicado del BID. Antes de la medida, se esperaba que la decisión se tomara entre julio y septiembre. El banco proporciona miles de millones de dólares en créditos y asistencia técnica a una región con escasez crónica financiera y de infraestructura.
El argentino Gustavo Béliz disputará la presidencia del BID con un brasileño, posiblemente Marcos Troyjo, secretario especial de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales del Ministerio de Economía de ese país. Paraguay también pretende presentar a su ministro de Hacienda, Benigno López como candidato, dijo un funcionario del gobierno la semana pasada. El respaldo de Estados Unidos es crucial para alcanzar el cargo, dada su participación de 30% del banco y el poder de veto de facto sobre sus decisiones de liderazgo.