El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó una reunión en la Casa Blanca este viernes con líderes cubanoamericanos para hablar sobre las manifestaciones más grandes en décadas que estallaron en Cuba a principios de este mes. La reunión se produce el mismo día en que la Administración anunció sanciones contra la fuerza policial cubana y sus líderes en respuesta a la violencia contra los manifestantes.
El Gobierno de Biden también explora formas de brindar a los cubanos acceso a internet para que puedan comunicarse y monitorear el trato del Gobierno hacia los manifestantes, dijo un funcionario estadounidense, quien discutió el asunto bajo condición de anonimato.
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Grupos de derechos humanos dicen que entre 500 y 600 personas han sido encarceladas en Cuba después de que una de las protestas más grandes en décadas fuera seguida por una de las represiones más amplias de los últimos tiempos. La cifra real puede ser incluso mayor, ya que muchas familias tienen miedo de presentarse.
El alboroto plantea un desafío político para Biden, ya que los republicanos afirman que los demócratas han sido blandos con el régimen comunista. El tema ha resonado durante mucho tiempo en el estado de Florida, un campo de batalla clave, debido a su gran población cubanoamericana.
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La Administración también está sopesando cómo permitir que las remesas de los cubanos en Estados Unidos lleguen a sus familiares en el país y planea renovar el personal de la embajada estadounidense, dijo el funcionario.
La semana pasada, Biden impuso sanciones contra el jefe de las fuerzas armadas de Cuba y su Ministerio del Interior, argumentando que esas sanciones habían sido "solo el comienzo".
