Incluso si se diera el caso de que la Argentina entrara en default por novena vez en su historia, algunos acreedores dicen que no enfrentarán de inmediato al país en los tribunales internacionales.
"Un default en Argentina no irá de la mano inmediatamente con un litigio, porque iniciar procedimientos legales mientras las conversaciones continúan no resuelve nada", dijeron los acreedores, incluido Mark Walker de Guggenheim, en un webinar de Wilson Center este jueves 21 de mayo.
"Es poco probable que los acreedores y Argentina lleguen a un acuerdo para la reestructuración de US$65.000 millones en bonos extranjeros antes del 22 de mayo, cuando finaliza un período de gracia de US$500 millones en intereses vencidos. No obstante, existe el deseo de resolver las negociaciones", dijo por su parte Hans Humes de Greylock Capital Management.
“Va a ser difícil para Argentina evitar algún tipo de default”, dijo Humes, “aunque cualquier tipo de evento de default se puede curar en poco tiempo”.
Desde la mirada del gobierno argentino se desdibuja la posibilidad de llegar a un acuerdo en el plazo que se habia fijado del 22 de mayo.
El mismo ministro de Economía Guzmán lo había anticipado esta semana "La fecha de este viernes 22 pasó a ser anecdótica", había expresado.
El plazo original para aceptar el canje era el 8 de mayo pero ante el bajo nivel de aceptación que cosechó la oferta oficial, el gobierno decidió prolongarlo hasta el 22 de mayo.
Por primera vez, la economía preocupa más que el coronavirus
Sin embargo, recién el último viernes por la noche el gobierno recibió tres contrapropuestas, y esta semana se retomaron las conversaciones para intentar acercar las posiciones, por lo que Guzmán planteó el martes que "vemos que hay valor en las ofertas" por lo cual “hay una gran chance de que se extienda el plazo” de fecha de cierre del canje.
Vale considerar que la Argentina decidió seguir negociando una vez que impactó el coronavirus, al tiempo que otros países (como Ecuador) apostaron a postergar las negociaciones.
Humes comentó que "sería impensado que la oferta argentina pudiera tenerse en cuenta si no estuviésemos en una pandemia. Todos los acreedores tienen en cuenta la situación de los países". Y agregó que se armó un grupo de acreedores para estudiar estos temas "con los funcionarios de finanzas de muchos países".