ECONOMIA
La negociación de deuda

Hans Humes, el armador de los acreedores: "A nadie le sirve un default duro"

Si hay cesación de pagos mañana por los bonos globales "se puede reparar después", dijo el CEO de Greylock Capital.

Hans Humes, CEO de Greylock Capital Management, uno de los principales tenedores de bonos argentinos
Hans Humes, CEO de Greylock Capital Management, uno de los principales tenedores de bonos argentinos. | Bloomberg

La fecha de este viernes 22 pasó a ser anecdótica también para los acreedores que participación de la negociación de deuda con el ministro de Economía Martín Guzmán. Vencen US$ 503 millones que Argentina se encamina a no pagar, lo que llevaría a un default técnico. "Puede haber algún default pero que se pueda reparar después", dijo el titular del fondo Greylock Capital, Hans Humes, uno de los armadores en la discusión entre Gobierno y bonistas.

"A nadie le sirve un 'hard' default", agregó Humes, que articula el Comité de Acreedores de la Argentina (ACC, según sus siglas en inglés), uno de los que presentó contraofertas la semana pasada. Se lo conoce como un “diplomático” de las reestructuraciones de deuda. Trabajó en los casos de Puerto Rico y Grecia,  y desde ahí conoce a Guzmán y a asesores como Daniel Marx. Hasta antes de la pandemia, visitaba Buenos Aires regularmente.

"No puedo contestar si hay un acuerdo con los próximos 30 días. Todos los acreedores están buscando una resolución. El FMI prefiere que no haya un gran default. Puede haber algún default pero que se pueda reparar después", remarcó en diálogo con Benjamin Gedan del Wilson Center.

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En ese marco, recalcó a los acreedores no les sirve un colapso. "Si la Argentina toca fondo, en conjunto con la pandemia, se podría ver algo tan desordenado como un default duro" y aseguró que su "deseo" es que "salga algo constructivo de todo esto". 

Del otro lado, consideró que un acuerdo le va a dar al país "espacio para respirar". "Pero Argentina no es un país tan grande como para sobrevivir solo si hay una gran depresión por los próximos 9 meses", anticipó frente a la posibilidad de una segunda ola de pandemia y una retracción más prolongada de la economía. "Si nosotros vamos primero y después el FMI, creemos que le damos espacio para que hagan políticas", sumó sobre el cronograma que maneja el Gobierno para las discusiones.

Mark Walker, un especialista en negociación de deudas africanas, reconoció que "habrá un default cuando termine el período de gracia", en relación a mañana viernes. Pero descartó que haya litigios o aceleración del resto de los bonos (para que también entren en default) "entre los que están en la mesa". Los que tienen capacidad de litigios, pueden hacerlo y seguir la pelea por una década, agregó en relación a los fondos buitre. "Está claro que es de interés para todos evitar el default".

Sobre la negociación, Humes comentó que "sería impensado que la oferta argentina pudiera tenerse en cuenta si no estuviésemos en una pandemia. Todos los acreedores tienen en cuenta la situación de los países". Y agregó que se armó un grupo de acreedores para estudiar estos temas "con los funcionarios de finanzas de muchos países".

La Argentina optó por seguir negociando una vez que impactó el coronavirus, mientras que otros países apostaron a postergar las negociaciones. Ese fue el caso de Ecuador. "Pidieron un standstill al sector privado y lo recibieron. En términos amplios, hay una comprensión de la situación de pandemia. Muchos países lograron un standstill. Pero no hay una política igual para todos", remarcó Humes.

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"En el caso de la Argentina somos conscientes del impacto del Covid-19 y por eso los acreedores son más flexibles", aseguró el negociador que también tiene buen diálogo con Sergio Massa. "Argentina esta tomando esto como un tema que tiene que ser resuelto. Cuando tocó la pandemia, ya habían hecho mucho trabajo en contactarnos por eso no optó por un standstill", recordó sobre el proceso de negociación, que incluyó viajes pre-pandemia para reunirse con Alberto Fernández desde que era candidato a la presidencia.

"Si Fernández ganó fue por los problemas que tenía la economía argentina. La nueva administración entró con un alto grado de deuda y la gente en la calle. Lo que hizo este Gobierno es empezar a generar las discusiones", remarcó Humes sobre los comienzos de la negociación, antes de que se oficializara incluso a Guzmán como ministro.