Argentina puede acelerar la depreciación del peso en febrero o marzo después de que las reservas cayeron por cuarto mes consecutivo en noviembre, dijo BTG Pactual.
El monto en moneda extranjera en manos del Banco Central cayó 3% a US$38.650 millones, el más bajo en casi cuatro años. Las reservas netas, que excluyen los pasivos en moneda extranjera del banco, ascienden a US$4.600 millones, según estimaciones de BTG Pactual.
Eso no es suficiente para permitir que los encargados de política monetaria mantengan controlado el debilitamiento del peso de forma indefinida. El mes pasado, el banco gastó US$293 millones para apuntalar la moneda y tiene que hacer un pago de US$2.100 millones al Club de París en mayo. A medida que muchos argentinos se apresuran a poner sus ahorros en dólares, la presión sobre el peso solo va a aumentar.
“El Gobierno tendrá que hacer algo antes” de las elecciones legislativas de octubre, dijo Alejo Costa, estratega jefe para Argentina de BTG Pactual en Buenos Aires. “Luce factible que ellos hagan algo entre febrero y marzo”.
El Banco Central actualmente permite que el peso se debilite entre 0,1% y 0,2% por día.
La inflación de noviembre, instalada en el nuevo piso
Muchos argentinos piensan que se avecina una mayor devaluación, lo que refuerza la presión sobre el peso mientras que el banco central impone controles de divisas y limita a las personas a comprar solo US$200 al mes. Cualquier monto más allá de esa cifra debe obtenerse a través de una serie de operaciones financieras o en el próspero mercado negro, donde los dólares alcanzan más de 150 pesos por dólar, o casi el doble del tipo de cambio oficial.
“Dado que las reservas están agotándose en agosto o septiembre, es mejor para el Gobierno hacer algún tipo de ajuste antes de las elecciones”, dijo Costa.
