Canon Inc. entrará por fin al mercado de cámaras sin espejo full-frame, con lo cual se sumará a Sony Corp. y Nikon Corp. en un nuevo campo de batalla para los equipos de cámaras profesionales.
El gigante japonés de la electrónica comenzará a vender la EOS R a fines de octubre por 237.500 yenes (US$2.130), precio pensado para profesionales y entusiastas. El objetivo es mover 20.000 unidades por mes.
Canon es el último fabricante de peso que ofrece una cámara sin espejo pensada para profesionales. Sony fue la primera en llegar al mercado con dispositivos equipados con sensores que son mejores para captar más luz, lo que facilita a los fotógrafos capturar imágenes más nítidas de objetos que se mueven rápido. Los analistas apuestan a que esta competencia entre tres impulse más la innovación e incluso desacelere la migración de consumidores de las cámaras digitales hacia los smartphones.
“Hasta ahora Sony era la única opción, pero ahora que llegaron Nikon y Canon, anticipamos que este espacio se volverá muy activo”, dijo Ichiro Michikoshi, analista de BCN Inc., con sede en Tokio. “Ahora se habla mucho más del tema. Por lo tanto, es posible que quienes se habían olvidado de las cámaras de sistema independiente vuelvan a echarles un vistazo”.
Tecnología
La eliminación del sistema de espejos en la EOS R reduce la distancia entre la lente y el sensor de imágenes. El diseño más compacto aumentará la estabilidad, ayudará a eliminar la borrosidad y abre posibilidades al diseño de nuevos objetivos, dijeron los ejecutivos. Las lentes más antiguas de Canon seguirán siendo compatibles gracias a adaptadores de marco.
Canon y Nikon dominan el mercado profesional desde hace décadas, primero con rollos y después con las cámaras réflex digitales (DSLR, por sus siglas en inglés). Sin embargo, va quedando más claro que los dispositivos sin el sistema de espejo y prisma ofrecen beneficios importantes. Gracias a sensores de imágenes avanzados, un software sofisticado y un diseño más sencillo, los sistemas sin espejo pueden captar luz más rápidamente sin perder el foco, lo que facilita tomar imágenes más claras de objetos que se mueven rápido.
“Canon está avanzando a la próxima etapa”, dijo el presidente Masaya Maeda a los periodistas este miércoles en un evento en Tokio. “Estamos expandiendo las fronteras de la expresión con imágenes”.
Precios problemáticos
Las cámaras sin espejo vienen siendo un punto positivo inusual para esta industria de US$11.000 millones, donde los envíos de cámaras digitales se desplomaron 80 por ciento en los últimos 10 años, a medida que cada vez más personas usan smartphones para tomar fotos. Hoy, las cámaras sin espejo representan cerca de un tercio de los ingresos del sector, frente a 9 por ciento en 2012, según CIPA, una asociación profesional de la industria.
Sin embargo, sus precios elevados podrían limitar su atractivo masivo por el momento. Canon lanzó solamente un modelo de nivel medio. Su rival Nikon presentó dos versiones el mes pasado: una de nivel medio y otra para el mercado exclusivo.
“Más de 200.000 yenes es muy caro. Hay que bajar a entre 120.000 y 130.000 para que la gente lo piense”, dijo Michikoshi. “Pero las lentes también son caras. Por lo tanto, no anticipo que se venga una avalancha de usuarios”.