Casi un millón de personas en Johannesburgo, el núcleo comercial de Sudáfrica, necesitan ayuda alimentaria debido a las medidas de restricción para frenar la pandemia de coronavirus, ha dicho el alcalde de la ciudad.
Sudáfrica ha registrado menos de 9.000 infecciones, aunque es una de las cifras más altas del continente. El Gobierno impuso medidas de confinamiento a finales de marzo por las que se cerraron escuelas y negocios y solo permitió salir de sus hogares a los trabajadores esenciales. En la actualidad, alrededor de 300.000 hogares en Johannesburgo requieren asistencia alimentaria, dijo el alcalde, Geoff Makhubo, en una entrevista.
“A medida que más personas quedan sin empleo, las incidencias de pobreza e inseguridad alimentaria comienzan a aumentar”, señaló Makhubo por teléfono. “La ansiedad social es real”.
Incluso antes de las medidas, el 45% de los 5,5 millones de habitantes de la ciudad vivía en la pobreza y el 20% padecía inseguridad alimentaria, manifestó el alcalde. La ciudad de Johannesburgo está planificando apoyo alimentario para los hogares vulnerables y utilizará datos de la agencia nacional de seguridad social, junto con información propia, para buscar a aquellos que no se encuentran en el sistema de asistencia social, dijo.
Millonarios en dólares
Las medidas nacionales de asistencia a corto plazo, que incluyen 50 mil millones de rands adicionales en subsidios de asistencia social para los pobres y desempleados, respaldan los esfuerzos de la ciudad.
La desigualdad es visible en Johannesburgo, que alberga a miles de inmigrantes indocumentados, así como a 19.000 millonarios en dólares que representan casi la mitad de las personas de altos ingresos del país. Líderes empresariales y abogados destacados ganan hasta 20 millones de rand (US$1,1 millones) al año, mientras que el salario mínimo oficial es de poco más de 20 rand (US$1,08) por hora.
Es probable que las medidas de aislamiento, que se aliviaron ligeramente el 1 de mayo, exacerbe esa desigualdad. La mayor agrupación empresarial del país, Business for South Africa, instó al Gobierno a acelerar el reinicio de la economía a principios de esta semana para minimizar las dificultades, el hambre y la desesperación.
“Si va a haber desempleo, aquí en Johannesburgo seremos los más afectados”, dijo Makhubo. “Si las personas comienzan a tener dificultades en otras provincias, se mudarán a Johannesburgo pensando que hay oportunidades”.
La ciudad está revisando sus planes de gastos después de que los ingresos cayeran en 800 millones de rand en abril debido a la reducción de la actividad económica, dijo. Las ventas de electricidad a las industrias comerciales y de uso pesado son las que más contribuyen a las recaudaciones, indicó Makhubo.