El número de personas que se vieron obligadas a desplazarse dentro de sus propios países a causa de desastres climáticos aumentó en 2020 a su nivel más alto en al menos una década, a un nivel más de tres veces superior al de los desplazados debido a conflictos y violencia.
Las personas que migraron a nivel nacional debido a eventos climáticos extremos aumentaron a 30,7 millones, o 75% de los desarraigados dentro de sus fronteras, según un informe del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno. Un récord de 55 millones de personas en total se había visto obligado a mudarse a fines de 2020, y es probable que se haya subestimado significativamente el número de migrantes climáticos debido a datos incompletos.
Presente y futuro de la lucha contra el cambio climático en la Ciudad de Buenos Aires
El cambio climático está causando eventos meteorológicos más frecuentes e intensos. Contrariamente a los temores de una migración transfronteriza masiva, muchos de los desplazamientos son a pequeña escala y localizados, según el informe, lo que costó a las economías alrededor de US$20.500 millones a nivel mundial en 2020.
Países densamente poblados como China, India, Filipinas y Bangladesh se vieron golpeados por intensos ciclones, lluvias monzónicas e inundaciones, mientras que 1,7 millones de personas fueron desplazadas dentro de Estados Unidos durante la temporada de huracanes del Atlántico más activa de la que se tengan registros. Estas cifras máximas históricas se registraron incluso cuando la propagación del coronavirus obstaculizó la capacidad de las organizaciones humanitarias para registrar y ayudar a las personas desplazadas, según el informe.
