Detectores de distanciamiento social y compras de productos electrónicos. Desde cubículos hasta pisos de fábricas, cafeterías y tiendas de ropa, las empresas de todo el mundo están buscando formas creativas para su reapertura en un intento por generar ingresos nuevamente mientras minimizan el riesgo para sus clientes y empleados de contagiarse del COVID-19.
La economía global depende de su capacidad para concretar ese delicado equilibrio. Un nuevo brote de casos del nuevo coronavirus podría cerrar oficinas, tiendas, restaurantes y plantas de fabricación una vez más, desplomando aún más el flujo de bienes y servicios y amenazando más empleos.
Algunos gobiernos, como China, están optando por una supervisión rigurosa del proceso de reapertura de la economía. Otros, incluida la administración del presidente Donald Trump, han ofrecido una orientación más flexible y están confiando a las empresas el monitoreo de sus instalaciones. Los científicos continúan aún con el estudio sobre cómo se propaga el virus SARS-CoV-2 y si mantener la sana distancia entre las personas es suficiente para evitar el contagio.
Los planes de las compañías se basan en un suministro constante de cubrebocas, guantes, termómetros y pruebas que pueden afectar sus presupuestos y presionar a los fabricantes de esos insumos para mantenerse al día.
El distanciamiento social podría ver la implementación de barreras entre trabajadores y clientes, un giro de 180 grados después de años en los que se fomentaba un contacto más cercano. Algunas compañías supervisarán a sus empleados más cerca que nunca, mientras que otras permitirán que los trabajadores elijan cuánta protección necesitan. La forma en que trabajamos, compramos, viajamos y comemos en 2020, y probablemente más allá, se está decidiendo en salas de juntas de todo el mundo.
Estos son algunos de los cambios que las empresas están contemplando para sus lugares de trabajo en las próximas semanas.
Los asientos en el autobús que lleva a los trabajadores de Unilever en Shanghái se reservarán mediante un grupo de chat. Los empleados deberán usar cubrebocas para abordar el transporte y sentarse en lados alternos, una persona por cada fila de cuatro asientos. A su llegada, cada trabajador completará un informe sobre su estado de salud para obtener un pase diario para ingresar. Luego vendrá el control de temperatura y el desinfectante para manos.
Dentro de la oficina, el movimiento estará estrictamente regulado. Los empleados deberán mantener puestas sus máscaras y se les pedirá que utilicen las escaleras en lugar del elevador. Eso sí, cada vez que toquen el pasamos (que será desinfectado constantemente) deberán de aplicar otra dosis de gel desinfectante en sus manos.
Cuando se trate de ir a comer, se pedirá que solo haya una persona en cada mesa.
Tales medidas pueden parecer ‘normales’ en una sociedad como la china, pero versiones de estas están comenzando a aparecer en Occidente. En la empresa BT Group, en Reino Unido, los trabajadores de los centros de atención telefónica se sientan a dos metros de distancia y los pasillos son unidireccionales, esto para evitar que las personas se crucen.
Los controles de temperatura se están volviendo rutinarios en Sistema, un conglomerado ruso, que también dice que ha desarrollado su propia prueba para detectar el COVID-19 en dos horas. Los empleados que llegan a las oficinas han sido evaluados en las últimas dos semanas, aunque la mitad de los trabajadores del centro de llamadas en MTS, la red móvil controlada por Sistema, están operando desde sus hogares.
El operador de oficinas Knotel, entre cuyos clientes están Uber y Netflix, señala que el diseño del lugar de trabajo tiene que cambiar. Las oficinas probablemente estarán menos densamente pobladas para hacerlas “antivirales”, según Amol Sarva, director ejecutivo de la empresa.
“Cosas como ventilación, luz ultravioleta, detección de densidad, monitoreo de video y monitoreo de temperatura, protocolos de limpieza tendrán que cambiar. Ciertamente habrá más espacio”, dijo.
En China, Cushman & Wakefield ha ayudado a mover a casi un millón de trabajadores de regreso a 74 millones de metros cuadrados de espacio de oficinas.
Incluso cuando las personas regresen a la oficina, las reuniones serán limitadas y las juntas grandes estarán fuera de discusión. Esta semana, el CEO de Facebook , Mark Zuckerberg, canceló todos las reuniones de 50 o más personas hasta junio de 2021. La gran mayoría de los empleados deben trabajar desde casa hasta mayo, y aquellos que necesiten continuar con esa dinámica podrán hacerlo durante el verano.
El camino a la normalidad puede ser mucho más largo que eso. En Abcam, una compañía británica de investigación de proteínas, 40 de cada 300 empleados con sede en China comenzaron a regresar a trabajar en Beijing, Shanghai, Hangzhou y Hong Kong el 14 de febrero. Dos meses después, la compañía está realizando turnos divididos para mantener el distanciamiento social entre el 50 por ciento de sus empleados que se dedican a la fabricación, la logística y el trabajo de laboratorio esencial.
El 10 de febrero, el gobierno de China asignó a Winly Automotive una lista de requisitos de verificación. Para reabrir, se pide que la compañía tenga un inventario de cubrebocas y desinfectante para un mes, le tome una foto a esos insumos y la envíe a los funcionarios antes de someterse a una inspección.
“La política ha cambiado constantemente”, señaló Wang Xuepan, uno de los gerentes de la planta. “Es muy difícil para nosotros manejarlo”.
En el área de Seattle, Boeing ha trabajado con el departamento de Trabajo del estado de Washington en un plan para reabrir sus fábricas. Repartirá máscaras de tela para la mayoría de los trabajadores, guardando las máscaras N95para quienes trabajen en condiciones consideradas como más peligrosas.
A diferencia de los drones de oficina, los trabajadores de las fábricas tienen que presentarse en persona para hacer el trabajo. Descubrir qué protecciones básicas necesitarán es parte del desafío. En Boeing, los ingenieros industriales están analizando la secuencia de trabajo en sus líneas de ensamblaje para encontrar formas de separar a los trabajadores.
Airbus ha dividido a los empleados de sus plantas en equipos rojos y azules, que no se ven porque usan diferentes rutas para entrar y salir de los edificios. Volkswagen está dedicando más tiempo entre turnos y reduciendo las expectativas de producción porque las personas tardan más en moverse,esto por la sana distancia. Ford está experimentando con dispositivos portátiles que empezarían a sonar si los trabajadores se acercan demasiado.
Si bien el virus puede ser transmitido por personas sin síntomas, muchos fabricantes realizan controles de temperatura, ya sea con termómetros, cámaras termográficas o con tiras en la frente, como es el caso de Fiat Chrysler Automobiles en EU.
La empresa, cuyo CEO Mike Manley es uno de los ejecutivos que habló con Trump sobre la reapertura de la economía, exige a los trabajadores que completen un cuestionario de salud dos horas antes de presentarse a trabajar todos los días. Deben traer una copia impresa o escanear un código QR con su teléfono para demostrar que no muestran signos de enfermedad o exposición al virus, según documentos obtenidos por Bloomberg. Los trabajadores no pueden entrar a la planta sin ella.
Algunas compañías están cerrando cafeterías en favor de las máquinas expendedoras. Dongfeng en Wuhan está entregando loncheras preparadas a los empleados, que deben comer al menos a 1.5 metros de distancia entre sí.
Zhejiang Geely informó que el presidente Li Shufu escribió una canción para mantener a los trabajadores motivados a través de tanta tristeza. “Un mundo lleno de expectativas / convertido en polvo de ayer / Su pena fluye hacia el mar / Pero la flor del amor está floreciendo en silencio”, dice la letra.
Cuando los viajes aéreos se reanudan en serio, es probable que los desinfectantes para manos, mascarillas y termómetros se conviertan en el estándar en la mayoría de los aeropuertos principales, apuntó David Powell, asesor médico de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, un grupo comercial. Los tres tienen defectos, pero también pueden tranquilizar a los pasajeros, dijo.
La Organización de Aviación Civil Internacional, que establece estándares de vuelo globales, quiere establecer un “concepto de corredor de salud pública”. Según dicho plan, las principales compañías aéreas, aeropuertos, autoridades públicas y otras partes adoptarían protocolos comunes para el control, embarque, procedimientos en vuelo, llegadas, aduanas y equipaje.
“No todos podemos dejar de volar”, enfatizó Ansa Jordaan, jefa de medicina de aviación del grupo, durante una transmisión por internet del 15 de abril.
Emirates adelantó esta semana que fue el primero en realizar análisis rápidos de sangre para detectar el nuevo coronavirus, con resultados disponibles en 10 minutos para los pasajeros que vuelan el próximo miércoles desde Dubai a Túnez. El plan es extender ese procedimiento a otras rutas, según el director de operaciones, Adel Al Redha.
Otras aerolíneas están intentando medidas menos invasivas. Etihad Airways, otra aerolínea importante en los Emiratos Árabes Unidos, planea implementar dispositivos de autoservicio sin contacto en su aeropuerto central en Abu Dhabi para identificar a viajeros con afecciones médicas, incluidas aquellas presentes en las primeras etapas del nuevo coronavirus.
En Estados Unidos, American Airlines planea continuar separando a sus clientes durante el embarque y los vuelos, y realizando limpiezas extensivas de aviones y reduciendo el servicio de alimentos y bebidas para limitar el contacto, abundó el CEO Doug Parker en un videomensaje del 15 de abril.
“Cuando vuelen, la limpieza de los aviones y el distanciamiento social son muy importantes”, enfatizó.
En China, ya es normal tomarse la temperatura cada vez que se quiere ir de compras. Los visitantes del centro comercial de lujo Wuhan International Plaza son revisados en la puerta, antes de hacer cola para ser atendidos uno por uno en Louis Vuitton, esto para verificar si tiene fiebre.
Levi Strauss desinfecta sus tiendas chinas tres veces al día y requiere controles de temperatura para los clientes, quienes se espera usen cubrebocas antes de ingresar a la tienda. Los probadores y productos que se han probado se desinfectan cada vez que se usan.
No está claro si las prácticas implementadas en China llegarán a otras partes del mundo, aunque varias compañías comentaron que aprenderán de su experiencia en Asia.
Compras en automóvil
Otra técnica es mantener a los compradores fuera de la tienda por completo. Dixons Carphone Plc, el minorista de electrónica, está considerando planes para tiendas de estilo “drive-thru” sin contacto para limitar el riesgo de coronavirus para el personal y los clientes. Los compradores se estacionarían afuera, llamarían a la tienda para seleccionar artículos para comprar, usarían un sistema sin contacto para pagar y luego abrirían sus maleteros para que el personal pudiera entregar los productos.
Los vendedores de los minoristas de lujo en China ya usaban las redes sociales para interactuar con los clientes antes del brote, pero desde entonces han intensificado el esfuerzo, agregando clientes en WeChat y enviándoles información sobre las últimas tendencias. Louis Vuitton intentó exhibir su línea de productos de verano en un show en vivo el 26 de marzo con una estrella de las redes sociales, pero fue ridiculizado por la calidad del video. A veces no hay sustituto para el contacto personal.
Otra técnica es mantener a los compradores fuera de la tienda por completo. Dixons Carphone, un minorista de electrónica, está considerando planes para sus tiendas de estilo ‘drive-thru’, esto para limitar el riesgo de coronavirus para el personal y los clientes por medio de la eliminación del contacto. Los compradores se estacionarían afuera, llamarían a la tienda para seleccionar artículos para comprar, usarían un sistema sin contacto para pagar y luego los clientes abrirían sus maleteros para que el personal pudiera colocar los productos.
Los vendedores de los minoristas de lujo en China ya usaban las redes sociales para interactuar con sus clientes antes del brote, pero desde entonces han intensificado el esfuerzo, agregando clientes en WeChat y enviándoles información sobre las últimas tendencias.
Louis Vuitton intentó exhibir su línea de productos de verano en un show en vivo el 26 de marzo con una estrella de las redes sociales, pero fue ridiculizado por la calidad del video. A veces no hay sustituto para el contacto personal.
La idea de los buffets y las barras de ensaladas serán analizadas y las estaciones de autoservicio de bebidas pueden ser “una cosa del pasado”, consideró el CEO de Taco John, Jim Creel, quien agregó que otros cambios están en marcha en la cadena de 387 tiendas. El popular puesto de salsa de Taco John, que ha existido durante los últimos 15 años, podría ser eliminado.
“Esperamos no tener que sacarlo, que podamos encontrar una manera de hacer que siga funcionando, pero me temo que el factor miedo nos obligará a optar por un paquete preempacado”, apuntó.
Un prototipo de quioscos de pedidos automáticos también podría ser eliminado.
“Fue una buena idea hace tres meses, pero hoy no es tan buena”, dijo.
En China, los restaurantes e incluso los bares se han abierto de nuevo en Shanghai, con límites en la disposición de los asientos: algunos permiten seis personas en una mesa, otros solo uno. En Beijing, los restaurantes están haciendo controles de temperatura. En Wuhan, la mayoría de los lugares son solo de entrega.
“A corto plazo, cuando los negocios de comida vuelvan a abrirse, probablemente verá que muchos restaurantes empiezan a separar sus mesas un poco más”, pronosticó Jack Li, CEO del investigador de menús Datassential.
“Verá que más restaurantes intentan adoptar el pago por teléfono para no tener que entregar su dinero o tarjeta a nadie. Ciertamente, verán que más lugares continúan haciendo cosas como la entrega sin contacto “, agregó.
Las cadenas están reduciendo sus menús, centrándose en los productos que se venden mejor y son fáciles de hacer. El Macaroni Grill de Romano ha reducido su menú al 70 por ciento de lo que solía ser, diciéndole adiós a las pizzas.El menú de desayuno de McDonald’s que duraba todo el día se ha ido.
La cadena de restaurantes italianos de Fazoli está tratando de asegurarse estaciones de saneamiento de Purell, cuatro para cada tienda, junto con millones de toallitas desinfectantes para reabrir los comedores de sus 216 sucursales. La compañía también está pensando en rediseñar los baños y buscando dispensadores de jabón sin contacto. Es una inversión, pero vale la pena, destacó el CEO Carl Howard.
“Quiero que el consumidor sepa que estoy haciendo todo lo posible para mantenerlo lo más seguro posible“, declaró.
El presidente Trump y los dirigentes de las ligas deportivas más grandes de EU parecen estar en ‘el mismo canal’ sobre la idea de que los juegos en vivo serán una parte fundamental de la recuperación del país.
“La progresión debe ir primero con los deportes al aire libre: golf, tenis, natación para que podamos comenzar ‘a probar las aguas’”, propuso el multimillonario Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks de la NBA.
Un obstáculo a la propuesta pueden ser los políticos locales. Cuando la UFC presentó planes para organizar un evento este fin de semana en tierras tribales de California sin espectadores, fue la presión de los políticos, incluido el gobernador Gavin Newsom, lo que llevó a su cancelación. El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha discutido la posibilidad de prohibir grandes reuniones como conciertos y eventos deportivos en la ciudad por otro año.
Dicho esto, hay miles de millones en juego para ligas deportivas, patrocinadores y redes de medios si los juegos no se reanudan pronto. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, ha dicho que la única forma de hacerlo en este verano es cerrando los estadios a los fanáticos para mantener aislados a todos los jugadores, entrenadores y árbitros.
Los propietarios de cines también esperan el momento en el que los funcionarios de salud les dan permiso para reabrir. Cinemark, la tercera cadena más grande de cines en EU, ha estado en conversaciones con los principales estudios de cine sobre cuándo estrenar los llamados ‘blockbusters’.
Los directivos de la cadena consideran que su personal podría regresar hacia finales de junio para luego desarrollar una campaña de marketing para una reapertura posiblemente el 1 de julio.
La experiencia de ir al cine no será como antes de la aparición del nuevo coronavirus. Cinemark tendrá que limitar los boletos disponibles para cada presentación, dejando aproximadamente la mitad de sus asientos vacíos o puede eliminar los asientos reservados, de modo que los clientes puedan distribuirse voluntariamente cuando lleguen. La limpieza tendrá que incrementarse, y los horarios de apertura podrían verse limitados para adoptar esos cambios.
“¿Cuánto tiempo llevará eso? No estamos completamente seguros, pero estamos planeando regresar entre uno y tres meses y luego comenzar con un nuevo perfil y un producto nuevo”, indicó Mark Zoradi, CEO de Cinemark, en una llamada con analistas e inversores el miércoles.
La industria de 19 mil 300 millones de dólares de los parques de diversiones de EU también está haciendo planes, aunque para este momento aún no sabe cuándo podrá reabrir sus puertas.
Cuando lo hagan, los empleados podrían estar usando cubrebocas todo el tiempo y la temperatura de los asistentes se mediría no solo en las entradas, sino también al interior de los parques, planteó Dennis Speigel, consultor de parques temáticos en Cincinnati.
Los operadores también podrían aplicar la opción de ‘colas virtuales’, es decir, los asistentes apartarían su lugar a través de una aplicación y llegarían a donde está el juego cuando fuera su turno.
“El parque temático del futuro tendrá que tomar un giro muy diferente, desde el distanciamiento hasta la limpieza. Nunca escuché el miedo en las voces que escuché. Nadie sabe lo que van a hacer”, mencionó.