Toyota Motor Corp., el mayor fabricante de automóviles de Asia, se está preparando para un potencial futuro en que la gente no compre autos.
Esa es la razón de las fuertes inversiones que ha realizado la compañía en proveedores de servicio de transporte compartido, en particular los US$1.000 millones que inyectó en el líder del sudeste asiático Grab. Toyota ve la asociación como una oportunidad para que Grab compre más de sus automóviles y para impulsar servicios como seguros y mantenimiento, señaló este mes Shigeki Tomoyama, jefe global de la división de automóviles conectados de Toyota, en una entrevista realizada en Nagoya, Japón.
La asociación con Grab, con sede en Singapur, constituye el capítulo asiático de la estrategia de Toyota de unirse a las empresas de servicios de transporte compartido más fuertes en cada región, y luego integrar su hardware y software a sus servicios. Toyota está buscando una ventaja sobre rivales en momentos ya que los fabricantes de automóviles se están posicionando para un futuro incierto en que la conducción automatizada y la economía compartida amenazan con desplazar el modelo tradicional de propiedad de vehículos.
"Reconocemos que los actores de movilidad como servicio controlan un gran número de conductores y usuarios, y está ganando supremacía sobre sus sistemas de transporte locales", comentó Tomoyama, quien ahora es miembro de la junta de Grab. "No es realista que tratemos de crear un servicio de alquiler de automóviles o de transporte compartido desde cero en un mercado como Estados Unidos o Asia".
Tomoyama quiere que Grab alquile casi exclusivamente vehículos Toyota a sus conductores, a partir de una estimación de aproximadamente tres de cada cinco de sus autos en la actualidad, señaló Tomoyama. Toyota también planea instalar grabadoras de datos en los aproximadamente 7.000 autos de la flota de GrabRentals en Singapur a fines de marzo, y luego expandir la iniciativa al resto de la región. Eso ayudará a Toyota a ofrecer servicios como seguros y mantenimiento a los conductores a través de su sistema de vehículo conectado, sostuvo.
Con Uber Technologies Inc. –donde Toyota invirtió US$500 millones el mes pasado–, el fabricante de automóviles está diseñando una minivan especializada para su proyecto de robotaxi. En China, Tomoyama dice que está en conversaciones con Didi Chuxing Inc. sobre qué tipo de automóvil se adecuaría a una posible colaboración, pero todavía no está en la etapa de considerar una inversión.
Toyota enfrenta cierta competencia para llegar a Grab; Hyundai Motor Co. también invirtió una cantidad no revelada como parte de un acuerdo para que sus automóviles ecológicos formen parte de la flota de GrabRentals. Honda Motor Co. también es inversionista.
Por otra parte, General Motors Co. inyectó US$500 millones en Lyft Inc. en 2016, mientras que persigue su propio programa de robotaxi con su división Cruise Automation. Daimler AG y BMW AG fusionaron sus operaciones de automóviles compartidos este año, después de comprar varias empresas locales de transporte compartido.
El presidente ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda, ve el cambio de la industria como una amenaza a la existencia de la compañía que fundó su abuelo en 1937, y está llevando a cabo una transformación para convertir a la empresa en un proveedor de servicios de movilidad. Seleccionó a Tomoyama, vicepresidente ejecutivo y antiguo hombre de confianza, para liderar la iniciativa.
Tomoyama dice que construir una buena relación y tomar decisiones rápidas es esencial para crear alianzas con empresas fuera de la industria automotriz. Como ejemplo, dijo que las negociaciones con Uber progresaron rápidamente después de que Dara Khosrowshahi se convirtió en CEO el año pasado.
El ejecutivo de Toyota considera al Grupo de Tecnologías Avanzadas de Uber –donde realiza su investigación de conducción autónoma– esencial para su valor corporativo, y dijo que ambas compañías tienen altas expectativas para el software del otro. "Poner su kit de conducción autónoma en nuestra plataforma probablemente lo convertirá en el automóvil autónomo más seguro del mundo", sostuvo. "Necesitamos datos lo más cercanos posible a las condiciones de conducción en el mundo real, y nuestra esperanza es que probar nuestra plataforma en un gran número de esos coches nos dará eso".
Tomoyama también dijo que Toyota aceleró la toma de decisiones adoptando un enfoque de gestión más descendente. Ahora, Toyoda y sus seis vicepresidentes ejecutivos se mantienen en constante contacto a través de las redes sociales, algo que Tomoyama describe como un importante avance. Todos los problemas centrales se deciden a través de mensaje instantáneo", señaló.