La reforma de las pensiones del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, superó su primer obstáculo legislativo en una votación del Congreso muy atrasada, renovando las esperanzas de que el ex capitán del Ejército puede volver a encarrilar la economía.
Después de un debate a veces tenso que duró más de ocho horas, el Comité de Justicia y Constitución de la Cámara de Diputados decidió por 48 votos a favor y 18 en contra que el proyecto de ley es constitucional y puede continuar en el Congreso. La votación tuvo lugar después de que el Gobierno cediera a demandas del partido centrista y modificase varios puntos de la ley.
Bolsonaro aún se enfrenta a un largo camino para lograr la aprobación final a la propuesta, que tiene el objetivo de enderezar las deterioradas cuentas públicas del país y reducir la deuda. Por delante quedan meses de debate y no menos de seis votaciones en ambas cámaras del Congreso antes de que el proyecto de ley pueda convertirse en ley.
Hay señales de que el prolongado proceso ya está impactando los mercados financieros, ya que los activos brasileños han cedido algunas ganancias registradas después de la presentación del proyecto de ley en febrero.
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Al tratarse de una enmienda constitucional, la ley de pensiones necesitará el apoyo de 308 de los 513 diputados del país en dos votaciones distintas y, posteriormente, de 49 de sus 81 senadores en dos votaciones adicionales. El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, ha dicho en una entrevista este mes que espera que la propuesta sea aprobada para agosto.
La ley de pensiones busca que el gobierno ahorre más de 1 billón de reales (US$254.000 millones) en 10 años al establecer una edad mínima de jubilación y restringir el acceso a ciertos programas de seguridad social. Puede ayudar a recuperar el grado de inversión que perdió Brasil en 2015 debido al rápido deterioro de las cuentas fiscales.
Conseguir la aprobación del comité no es vista como una victoria "sino un avance que tardó demasiado en ocurrir", comentó André Perfeito, economista jefe de la corredora Necton. "Cuanto más tiempo pase, más difícil será para el gobierno aprobar la reforma".