Donald Trump dijo que no ha descartado su solicitud de un muro en concreto en la frontera entre México y EE.UU., un día después de que su jefe de gabinete saliente dijera que la idea había sido rechazada hacía meses.
"NUNCA SE ABANDONÓ la idea de un muro totalmente en concreto, como informaron los medios de comunicación", dijo Trump el lunes en Twitter a medida que el cierre parcial del gobierno, generado por una disputa sobre el financiamiento del muro fronterizo, se extendía por décimo día. “Algunas áreas serán completamente en concreto, pero los expertos de la Patrulla Fronteriza prefieren que se pueda ver a través del muro (posibilitando así ver lo que está sucediendo en ambos lados). ¡Tiene sentido!"
Los comentarios de Trump van en contra de los del jefe de gabinete, John Kelly -quien tiene previsto dejar su puesto esta semana, realizados en una entrevista con el Los Angeles Times publicado el domingo. Kelly comentó al periódico que la Casa Blanca había abandonado la idea de un muro en concreto hacía meses.
Varios funcionarios de la Casa Blanca sugirieron el domingo que la definición del muro fronterizo de Trump podía ser flexible e incluir medidas de seguridad más amplias. En una entrevista en "This Week" de ABC, Kevin McAleenan, comisionado de la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de EE.UU., dijo que la administración quiere cerca de 1.600 kilómetros de muro fronterizo y "no solo una barrera tonta".
"Estamos hablando de sensores, cámaras, luces, vías de acceso para nuestros agentes, un sistema que nos ayude a proteger la zona fronteriza", dijo McAleenan. "Es un enfoque multifacético".
La consejera presidencial, Kellyanne Conway, acusó a los demócratas de fijarse en cómo Trump describe el muro, calificando el impasse de "argumento semántico tonto".
Aunque en las últimas semanas Trump ha ampliado su definición del muro para incluir barreras que no serán de concreto, continúa insistiendo en una estructura física en la frontera con México.
La promesa de un muro fue fundamental para la campaña presidencial de Trump en 2016, y se negó a firmar cualquier ley de gastos que no le diera los recursos para seguir adelante. Eso provocó que el financiamiento del gobierno para nueve departamentos federales se venciera el 21 de diciembre.