Kim Jong Un hizo alzar las cejas con su amenaza oculta de tomar un "nuevo camino" frente a Estados Unidos si el presidente Donald Trump no accedía a una moderación de las sanciones. El fraseo puede traicionar las pocas opciones que en realidad tiene.
La advertencia en el discurso de año nuevo de Kim el martes fue mucho más moderada que los anteriores sablazos de Corea del Norte, como su referencia el año pasado al "botón nuclear" que tiene en su escritorio. Los analistas dijeron que Kim tenía tres opciones básicas: reanudar las pruebas de armamento, recurrir a China o alejarse de las conversaciones con EE.UU. Todas presentan riesgos.
Camino a la provocación
La opción más obvia, el reinicio de las pruebas de bombas nucleares y misiles, tiene las desventajas más grandes para Kim. Las provocaciones solo justificarían las sanciones que él quiere levantar y socavaría los esfuerzos de propaganda para convertirse en un líder en el que se puede confiar con armas nucleares. También podría traer nuevas amenazas estadounidenses de acción militar.
Es por eso que la amenaza fue condicional, dijo Go Myong-Hyun, investigador del Asan Institute for Policy Studies. "Lo que Corea del Norte está diciendo es que si las sanciones continúan sin cesar y si EE.UU. no escucha lo que quiere Corea del Norte, elegiremos un camino para crear tensiones", dijo Go.
Camino a Pekín
Dados los costos de las nuevas provocaciones, algunos percibieron que Kim tiene alternativas diferentes a EE.UU., a saber, China. Una pista puede haberse mezclado en el comentario de Kim cuando dijo que su "nuevo camino" permitiría "establecer la paz y la estabilidad en la península de Corea", en lugar de generar conflictos.
Kim puede sentir un mayor apoyo por parte de Pekín para renovar su antigua alianza, ya que la guerra comercial entre EE.UU. y China alimenta conversaciones sobre una nueva guerra fría. Durante su discurso, Kim promocionó sus importantes reuniones con el presidente chino, Xi Jinping, el año pasado y pidió impulsar "los lazos tradicionales de amistad y cooperación entre los países socialistas".
Camino al limbo
Por último, Kim podría simplemente alejarse de las conversaciones con EE.UU. Ya lo hizo efectivamente a nivel laboral, aunque reafirmó que está dispuesto a reunirse con Trump "en cualquier momento". Las continuas esperanzas de Kim y su diplomacia personal con Trump se hicieron evidentes en el lenguaje condicional que usó, diciendo que "podría verse" obligado a "explorar" un nuevo camino. Adicionalmente, sus comentarios sobre EE.UU. fueron inusualmente positivos para tratarse de un discurso norcoreano.
