Donald Trump agradeció ayer al líder nocoreano Kim Jong un el regreso desde Pyongyang de los soldados estadounidenses que cayeron durante la Guerra de Corea.
“Quiero agradecer al presidente Kim por mantener su palabra”, dijo el presidente Trump en la Casa Blanca.
Los restos mortales de soldados caídos serán trasladados a territorio estadounidense, donde serán recibidos por familiares y el vicepresidente Mike Pence.
Elogios. Un avión militar enviado por Washington retiró ayer de Corea del Norte los restos de soldados estadounidenses muertos en la Guerra de Corea, una iniciativa que EE.UU. elogió como un gesto “positivo” a favor de la frágil distensión entre ambos rivales.
El retorno de los restos de los estadounidenses que murieron en ese conflicto (1950-53) forma parte de un acuerdo firmado entre el dirigente norcoreano Kim Jong un y Donald Trump durante su histórica cumbre celebrada en junio.
“Las acciones de hoy representan un primer paso muy significativo para recomenzar la repatriación de restos desde Corea del Norte y para reanudar las operaciones de campo en Corea del Norte para buscar a un estimado de 5.300 estadounidenses que todavía no han vuelto a casa”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
“Después de tantos años, este será un buen momento para tantas familias. Gracias Kim Jong un”, había expresado antes Trump en Twitter.
El retorno de los restos coincide con el 65º aniversario del armisticio que terminó con las hostilidades en la península de Corea.
El avión de carga aterrizó en la base aérea de Osan, Corea del Sur, donde los soldados estadounidenses formaron para recibirlos.
Más de 35 mil estadounidenses murieron en la guerra de Corea, de los cuales 7.700 están desaparecidos, incluyendo 5.300 en territorio norcoreano, según datos del Pentágono.