El presidente Donald Trump ingresa a la Asamblea General de las Naciones Unidas esta semana en medio de aliados cercanos de Estados Unidos frustrados por el deterioro de los lazos y la cautela en todo el mundo a la espera de decisiones críticas de EE.UU. sobre Irán y Corea del Norte. De nuevo.
Como recién llegado a la reunión anual de líderes mundiales el año pasado, Trump pronunció un discurso repleto de amenazas y su reiterada insistencia de que los países deben respetar la soberanía de los demás.
El año pasado Trump pronunció un discurso repleto de amenazas.
Este año regresa en medio de una guerra comercial con China, una tensión sin precedentes con sus aliados Canadá y Alemania, y un enfrentamiento con Turquía, socio de la OTAN. Un prometido acuerdo de paz en Medio Oriente no se ha materializado. Las relaciones han mejorado con Corea del Norte, el antagonista del discurso de Trump en 2017, mientras que el acuerdo nuclear de Irán está hecho pedazos.
Con más de 100 líderes extranjeros en Nueva York esta semana, existe la oportunidad de suturar algunas de esas heridas o de abrirlas completamente.
Con más de 100 líderes extranjeros en Nueva York esta semana, existe la oportunidad de suturar algunas de esas heridas o de abrirlas completamente.
"Mantendrá a los otros líderes al borde de sus asientos", dijo Richard Gowan, investigador principal del Centro de Investigación de Políticas de la Universidad de las Naciones Unidas, que enseña en la Universidad de Columbia.
“Reunión sobre Irán”
Trump inició la semana el lunes presidiendo un llamado mundial a la acción contra las drogas, exhortando a los países de todo el mundo para reducir la demanda de narcóticos y cortar el suministro. Ofreció elogios cautelosos a las Naciones Unidas, diciendo que la organización "tiene un tremendo potencial" y que ese potencial se está cumpliendo "de forma lenta pero segura".
Se dirigirá a la Asamblea General el martes y luego será el anfitrión de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles. El viernes, Trump dio un vuelco a los planes al tuitear que el tema de la reunión del Consejo de Seguridad sería Irán, luego de que los asesores de la Casa Blanca insistieran en que la agenda abordaría ampliamente la proliferación de las armas de destrucción masiva.
Eso abre la posibilidad de que el presidente iraní, Hassan Rouhani, pueda asistir y confrontar cara a cara al presidente de EE.UU. Trump también podría verse públicamente aislado, ya que los aliados clave de EE.UU. en el consejo, incluidos Francia y el Reino Unido, han criticado su retiro del acuerdo nuclear iraní firmado por su predecesor. Puede ser un drama de los que agradan al presidente.
La economía de la República Islámica está en dificultades desde que Trump volvió a imponer sanciones y amenazó con más, a menos que se renegocie el acuerdo nuclear.
Independientemente de si los europeos pueden llegar a un acuerdo colateral con Irán para mantener vivo el acuerdo nuclear, no es seguro que Irán pueda atraer inversores lo suficientemente audaces como para invertir en una economía en caída libre.
Sanciones al petróleo
Las sanciones, que comienzan el 4 de noviembre, irán más lejos y castigarán a los países cuyas compañías continúan comprando crudo iraní, incluyendo entre ellos a los aliados europeos. Debido a lo anterior, las exportaciones de petróleo del país se han desplomado más de lo esperado, en alrededor del 35 por ciento desde abril.
El mensaje principal de Trump para los líderes europeos será que el acuerdo nuclear es un fracaso y que los países europeos abandonarán Irán después de determinar que tiene más sentido mantener lazos comerciales con EE.UU., según un alto funcionario de la administración que discutió los planes de Trump en la ONU bajo la condición de anonimato.
Trump también dijo que estaría dispuesto a reunirse con los líderes iraníes y la reunión de la ONU es una instancia posible, pero el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, que tiene la última palabra sobre los asuntos estatales, rechazó las conversaciones "en cualquier nivel" con EE.UU. diciendo que la administración Trump ha demostrado que no es confiable.
CP