La mayor cosecha de soja del mundo en Brasil se está viendo amenazada, ya que nuevos datos muestran que los vitales envíos de fertilizantes rusos se están desacelerando.
El número de nuevos cargamentos que salen de Rusia está cayendo incluso cuando el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció el martes que más de dos docenas de barcos están en camino. Las sanciones y las interrupciones logísticas debido a la guerra de Ucrania están provocando la desaceleración.
Los envíos son críticos porque la soja brasileña se usa en todo tipo de productos alrededor del mundo, desde el aceite de cocina hasta los piensos para animales, y una escasez de fertilizantes podría provocar menos suministros. El tiempo se agota para conseguir las cantidades necesarias para la siembra de la gigantesca cosecha del país sudamericano en septiembre. El aumento de los precios de la soja podría repercutir en toda la cadena de suministro de alimentos y exacerbar la inflación.
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Brasil está tan desesperado por fertilizantes que es un factor clave en la postura agnóstica de Bolsonaro hacia la guerra de Vladímir Putin contra Ucrania.
“Hemos adoptado una posición equilibrada en este conflicto porque no podemos sobrevivir sin fertilizantes”, dijo Bolsonaro el martes en un evento en Brasilia.
La flota de Bolsonaro
Incluso con la flota de Bolsonaro en camino, los datos compilados por Green Markets de Bloomberg muestran una caída de los envíos. Las cifras de la lista de puertos de Brasil muestran que los nuevos volúmenes de fertilizantes rusos han caído un 58% en las últimas cuatro semanas en comparación con el período anterior.
Tanto Rusia como Bielorrusia, que representan casi un tercio de las importaciones de fertilizantes de Brasil, están sometidas a sanciones de las naciones occidentales. Desde fines de febrero no se ha agregado ningún envío desde Bielorrusia a los calendarios, mientras que los nuevos volúmenes procedentes de Rusia están disminuyendo, según Marina Cavalcante, analista de Green Markets de Bloomberg.
Las caídas “pueden representar un riesgo para el suministro de fertilizantes en el segundo semestre del año”, dijo Cavalcante en una entrevista telefónica. Brasil importa más del 85% del fertilizante que consume.
SE