Los precios de los fertilizantes a nivel global podrían aumentar hasta un 13 por ciento según proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés). “[El aumento] respondería a mayores costos de insumos por los precios elevados del crudo, pero también por el encarecimiento de los cultivos", señaló un informe reciente del organismo. Y este miércoles, el economista Jefe de la entidad, Máximo Torero, analizó este impacto en la XXXVII Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
La convención arrancó el 28 de marzo y se extenderá hasta mañana. Tiene como sede Quito, Ecuador, y allí se están debatiendo temas relacionados con la seguridad alimentaria global, considerando la fuerte relevancia que tiene la región en la provisión de alimentos para el mundo. Un mundo que además está atravesando una guerra que tiene como protagonistas a dos países que representan el 30% de la producción global de cereales.
Superpotencias divididas sobre sanciones a fertilizantes rusos
Y como si fuera poco, Rusia es uno de los grandes oferentes de petróleo en el mundo, lo que viene elevando fuertemente los precios del barril en la última semana, aunque comenzaron a percibirse algunas bajas en las últimas horas, luego de que Vladimir Putin anunciara una baja en la desmilitarización en Kiev.
Y un tema que viene pegado a la producción de comida es la de fertilizantes que se usan para su producción. Y muchos se fabrican con derivados del petróleo, lo que vuelve a la situación más compleja. Incluso Rusia, es uno de los principales proveedores de fertilizante a nivel global, está considerando suspender indefinidamente las exportaciones del agroquímico.
Así y todo, parece que no hemos visto lo peor, sino que las mayores complicaciones llegarían en la campaña 2023, cuando deba comenzar a sembrarse nuevamente.
La guerra, los commodities y los fertilizantes
Esta mañana, el economista Jefe de FAO, Máximo Torero, presentó un informe clave sobre el incremento de los precios de los alimentos y en especial le apuntó al aumento de los fertilizantes y el impacto que tendrá en los países de Latinoamérica.
Commodities y energía: buscando el punto de equilibrio
Respecto a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Torero explicó que "el impacto de la guerra de Ucrania en la economía global es incierto, pero podría tener repercusiones globales". Para el economista "el crecimiento económico más lento y el aumento de la inflación de los alimentos podrían afectar especialmente a los países y poblaciones más vulnerables, ya que el mundo lucha por recuperarse de la recesión provocada por Covid".
En cuanto a los riesgos por la guerra, Torero los agrupó en tres planos, uno de la alimentación y la agricultura; otro sobre el componente macroeconómico y finalmente un tercero sobre el componente humanitario.
Al referirse a la alimentación y la agricultura, Torero mencionó que la producción este año no estaría tan comprometida aunque si la del próximo ciclo. "Ucrania y Rusia producen el 30% de los cereales del mundo y el gap si se solucionara hoy el conflicto no sería tan significativo. El problema más estructural sería para la siguiente temporada si no se implanta lo necesario", justificó.
Es más, en un informe reciente la FAO proyecta un aumento de entre 8 por ciento y 22 por ciento en los precios globales de los alimentos por la guerra, dependiendo de si el impacto es moderado o severo.
Los números recientes de la entidad hablan de aumentos que fluctúan según cada cultivo. Para el maíz, se estima un encarecimiento de 8.2 por ciento si el impacto es moderado y de 19.5 por ciento si es severo. El trigo podría ver aumentos de entre 8.7 por ciento y 21.5 por ciento en sus precios; para los granos sería de entre 7 por ciento y 19.9 por ciento; y de 10.5 por ciento a 17.9 por ciento en el caso de oleaginosas.
Rusia y Ucrania son grandes productores y exportadores tanto de maíz como de trigo. "Su conflicto ya amenaza la producción en sus campos y podría bloquear por completo el flujo de sus exportaciones", explicó Torero.
Algo más sobre los fertilizantes
Torero puso énfasis en recordar que en este contexto de guerra e inflación en aumento en el mundo, América Latina tendrá más para perder. En el caso de los fertilizantes refrendó la fuerte dependencia que tienen la mayoría de los países a las importaciones de estos productos. "En lo inmediato tendremos falta de fertilizantes, en especial de Nitrógeno para la primavera de 2022, y también de fósforo para el otoños 2022 en el hemisferio sur", explicó.
El economista comentó sobre la importancia de "mantener el comercio abierto en el corto plazo". "Necesitamos evitar la protección estructural", dijo y como iniciativa de largo plazo refrendó la idea de que la región aborde una secuencia de transición hacia la energía baja en carbono. "Necesitamos revisar los subsidios a los fertilizantes. Es mejor que esos fondos se usen en forma más eficiente", explicó.
Finalmente, Torero aseguró que "los precios de 2022 se incrementarán junto con las tensiones geopolíticas. El uso de los fertilizantes globales podría bajar un 13%, e incluso podría esperarse una mayor caída en la demanda si los precios se mantienen firmes".
"Tenemos que cuidar la situación para que esta crisis sanitaria no se convierta en crisis de alimentos", finalizó.