El secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, mencionó un "desacuerdo fundamental" con el ministro de Relaciones Exteriores de China durante un difícil encuentro en Pekín que puso de relieve las crecientes tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.
Pompeo hizo este comentario después de que el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, acusó este lunes a EE.UU. de intensificar las disputas comerciales, interferir en Taiwán y entrometerse en los asuntos internos del país. "Estas acciones han dañado nuestra confianza mutua, ensombrecen las relaciones entre China y EE.UU. y no concuerdan en absoluto con los intereses de nuestros dos pueblos", le dijo Wang a su homólogo estadounidense que lo visitaba.
"En cuanto a los problemas que usted mencionó, tenemos un desacuerdo fundamental", dijo Pompeo. "Estamos muy preocupados por las acciones que China ha emprendido y espero tener la oportunidad de discutir cada una de ellas hoy porque esta es una relación increíblemente importante".
Los funcionarios intercambiaron estas frases cuando Pompeo llegó a la capital china durante un viaje a Asia centrado en lograr un acuerdo de desarme con Corea del Norte y mantener la presión internacional sobre Kim Jong Un. La visita fue el indicio más reciente del deterioro de los lazos entre EE.UU. y China, que están peleándose por todo tipo de asuntos, desde el comercio y Taiwán hasta el Mar de la China Meridional.
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La expresión pública de disgusto de China también fue una de las señales más fuertes hasta el momento de que la lista cada vez más extensa de disputas entre EE.UU. y China podría socavar la cooperación entre ambas respecto a Corea del Norte. Pekín es el principal benefactor internacional de Pyongyang y el presidente de EE.UU., Donald Trump, sugirió varias veces que su guerra comercial con China estaba llevando al país a disminuir la presión sobre el régimen.Responsabilidades
"Sé que le gustaría discutir el tema de Corea del Norte y otros problemas de la relación conmigo en esta visita", dijo Wang a Pompeo este lunes. "Esto indica que dos grandes potencias y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU necesitan y deben aumentar la comunicación y la cooperación, asumiendo responsabilidades en la sociedad internacional".
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Las disputas han agravado la preocupación en Pekín y Washington por la posibilidad de que la guerra comercial del presidente pueda, si no se controla, fomentar una nueva Guerra Fría entre las dos economías más grandes del mundo. En un discurso pronunciado en el Hudson Institute en Washington la semana pasada, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, acusó a China de "un enfoque de todo el Gobierno" destinado a influir en la opinión pública estadounidense, con el uso de espías, aranceles, medidas coercitivas y una campaña de propaganda.
Con todo, en sus comentarios Wang dejó claro que lo que más le preocupaba a China eran las medidas tomadas recientemente por EE.UU. para mejorar los lazos con la isla de gobierno democrático de Taiwán, considerada una provincia por Pekín. Una serie de entendimientos diplomáticos sobre Taiwán —según los cuales el Partido Comunista tolera las ventas de armas estadounidenses si EE.UU. acepta a Pekín como la capital de “una China”— sostienen más de cuatro décadas de relaciones entre ambas partes.
Este lunes, Wang instó a EE.UU. a cortar los contactos militares y dejar de vender armas a la isla y a parar de interferir con las iniciativas chinas para entablar relaciones diplomáticas con los actuales socios diplomáticos de Taiwán.