Un mes después de que las redes sociales ayudaran a impulsar las protestas históricas en Cuba, la isla comunista está endureciendo los controles sobre el discurso en internet, a medida que convierte en un delito difundir noticias falsas o hacer comentarios que dañen “el prestigio del país”.
En un decreto publicado en el boletín oficial este martes, el Gobierno describe una amplia gama de delitos cibernéticos, incluidas actividades que causan “daños éticos o sociales”, como la difusión de “noticias falsas” y el envío de mensajes que “incitan a protestas”. También da a los funcionarios libertad para presentar cargos penales.
Protestas en Cuba contra el régimen de Miguel Díaz-Canel por la grave situación sanitaria
Cubalex, un grupo de derechos humanos, escribió en Facebook que el lenguaje del decreto es tan amplio que “cuando use las redes sociales para informar que no hay medicamentos para su hijo enfermo o no hay oxígeno en el hospital”, podría “estar cometiendo un crimen.”