Estados Unidos todavía proyecta elevar los aranceles para las importaciones chinas en enero en tanto es posible que el presidente Donald Trump y Xi Jinping de China acuerden, en el mejor de los casos, sólo un “marco” para más negociaciones a los efectos de resolver las tensiones comerciales en una próxima reunión, dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross.
EE.UU. y China debaten en este momento el plan para el encuentro de ambos mandatarios paralelamente a la cumbre del Grupo de 20 Países que tendrá lugar los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires y cuál podría ser un resultado realista. Consultado sobre un rumor de que esta semana China había presentado una lista de posibles concesiones antes de las conversaciones, Ross dijo en una entrevista este jueves que todo lo preliminar a la reunión es sólo “preparatorio”.
“El gran evento será la reunión a solas con el presidente Trump y el presidente Xi en el G-20 en Argentina. Todo esto es sólo preparatorio hasta que ocurra. Eso determinará si habrá un verdadero marco”, dijo en la inauguración de la nueva terminal de exportación de gas natural licuado de Cheniere Energy Inc. en Corpus Christi, Texas.
No se puede esperar que los dos presidentes “entren en detalles íntimos -cuánto GNL y cuánto de esto o aquello-. Será un panorama general, pero si sale bien, fijará el marco para seguir adelante”, dijo Ross. “Ciertamente no tendremos un acuerdo formal completo para enero. Imposible”.
Ross dijo que EE.UU. sigue pensando en aumentar a 25 por ciento el 1 de enero los aranceles sobre unos US$200.000 millones de productos de China que pasaron a estar sujetos a un impuesto de importación del 10 por ciento en septiembre.
El Índice Compuesto de Shanghái trepó 0,4 por ciento el viernes, en tanto el yuan experimentó escasos cambios.
Exigencias de Trump
EE.UU. tiene una larga lista de exigencias con 142 puntos, que llevará cierto tiempo discutir “ni hablar de resolverlos y ni hablar de volcarlos al papel”, dijo el secretario.
Las declaraciones de Ross constituyen una señal de lo que parece ser un creciente afán en la administración Trump de llegar a un acuerdo con China para poner fin a la intensificación de los aranceles de represalia que inquietan a inversores y empresas de todo el mundo. Pero también fueron un reconocimiento de lo difícil que será conseguirlo.
Personas familiarizadas con las discusiones dicen que la lista de potenciales concesiones presentada por los negociadores chinos esta semana no incluyó ninguna nueva propuesta o promesa de acción importante con relación a la preocupación más general de EE.UU. por la política industrial de Pekín.
Dijo, no obstante, que seguía confiado en que a la larga se llegaría a un acuerdo, aun cuando persisten grandes interrogantes respecto del momento en que eso ocurrirá.
Ross minimizó el impacto de las elecciones legislativas de mitad de mandato en las discusiones con China y la próxima campaña 2020, diciendo que la agenda política interna de EE.UU. no “impulsará las negociaciones”.
“Lo que impulsará las negociaciones es cuándo consideran los dos países que están listos para hacerlo, y creo que dejar de lado las elecciones de mitad de mandato es muy útil. Y es lógico que los chinos quieran ver el resultado final”.