La economía del Reino Unido creció al ritmo más rápido en casi un año entre mayo y julio ante el repunte del sector de la construcción y el impulso a las ventas minoristas y el sector servicios por la ola de calor.
El producto interior bruto aumentó un 0,6 por ciento desde los tres meses hasta finales de abril, la mayor subida desde agosto del año pasado, dijo el lunes la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, de sus siglas en inglés). Esta cifra es superior a lo pronosticado por los economistas y supone un alza frente al 0,4 por ciento en el segundo trimestre.
Las cifras parecen justificar la decisión del Banco de Inglaterra de subir las tasas de interés el mes pasado. El crecimiento anualizado en el último período fue del 2,4 por ciento, muy por encima del ritmo que los responsables de política creen que alimentará la inflación. La libra registró un avance tras conocerse los datos.
Los responsables del Banco de Inglaterra han indicado que se necesitarán más alzas modestas para encauzar la inflación hacia su objetivo. Se espera que el banco central británico mantenga la política sin cambios el jueves.
Los sólidos datos del último período muestran el impacto de una prolongada ola de calor, que ayudó a la economía a recuperarse, tras un inicio de año golpeado por la nieve.
La producción en el sector de la construcción subió un 3,3 por ciento, mientras que los servicios, que representan la mayor parte de la economía, subieron un 0,6 por ciento. Asimismo, las ventas minoristas se beneficiaron del clima cálido y de la Copa Mundial de fútbol, dijo la ONS. La fabricación y la producción industrial, por el contrario, se contrajeron. En julio se observó un patrón similar, cuando el crecimiento económico se aceleró al 0,3 por ciento, más de lo previsto, desde el 0,1 por ciento en junio.
La gran incertidumbre que afecta la economía sigue siendo el brexit. Los economistas han advertido que si no se llega a un acuerdo con la Unión Europea podría haber un impacto en la inversión y el gasto de los consumidores. Otras cifras muestran que el déficit comercial en bienes se contrajo a un mínimo de cinco meses en 9.970 millones de libras en julio, impulsado por un alza del 2,8 por ciento en las exportaciones. El déficit, incluidos los servicios, cayeron a solo 111 millones de libras.
