Estados Unidos espera que China mantenga su conducta más agresiva hacia Taiwán que comenzó durante una visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo un funcionario sénior del Pentágono al revelar la última evaluación del departamento sobre el poderío militar del país.
China ha llevado a cabo más operaciones navales y actividades aéreas invasivas alrededor de la isla autónoma en un aparente esfuerzo por intimidar y desgastar a los líderes de Taiwán, según el funcionario, quien habló con los periodistas bajo la condición habitual de anonimato. Esa actividad incluye cruzar lo que se conoce extraoficialmente como la línea central del estrecho de Taiwán entre la isla y China continental.
EE.UU. no ve señales de un ataque inminente, pero aún cree que China quiere tener la capacidad, al menos, de invadir la isla para 2027, parte de un impulso más amplio de convertir su Ejército en el más poderoso del mundo para 2049, el dijo el funcionario.
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China no ha vuelto a sus niveles de acciones intrusivas por aire y mar de menor intensidad desde el viaje de Pelosi en agosto, lo que indica una nueva normalidad en el comportamiento agresivo e inseguro, agregó el miembro del Pentágono.
Eso podría llevar a otro incidente como la colisión de un avión de reconocimiento estadounidense EP-3 con un caza chino en abril de 2001, agregó. El incidente, que ha sido en gran parte olvidado, fue la primera gran crisis de política exterior del presidente George W. Bush.
Más allá de tales riesgos continuos, China “podría llevar a cabo un rango de opciones para campañas militares contra Taiwán, con diversos grados de viabilidad y riesgos asociados”, según el informe. “Estas opciones pueden fluctuar desde un bloqueo aéreo y/o marítimo hasta una invasión anfibia a gran escala para apoderarse y ocupar algunas de sus islas en alta mar o todo Taiwán”.
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Esa perspectiva informó elementos clave del informe anual del Pentágono al Congreso, que se publicó el martes, sobre el estado de las Fuerzas Armadas de China y sus ambiciones globales.
Destacó la inquietud generalizada de EE.UU. sobre la tríada en expansión de China de armas nucleares lanzadas desde tierra, aire y mar: su fuerza aérea convencional —que está “alcanzando rápidamente a las fuerzas aéreas occidentales”—, una fuerza de cohetes no nucleares que lanzó 135 armas de prueba el último año —más que cualquier otra nación—, y una fuerza de apoyo logístico mejorada para operaciones terrestres extendidas.
Desde el año pasado, dijo el Pentágono, China “probablemente ha acelerado su expansión nuclear” y está en camino de acumular un arsenal de unas 1.500 ojivas nucleares para 2035, frente a las 400 estimadas hoy y las 1.000 para 2030, y está desarrollando nuevas capacidades de guerra en el espacio, como láseres terrestres y robots espaciales en órbita, junto con una mejor vigilancia para monitorear otros objetos en órbita.
Si bien China ha continuado expandiendo su arsenal nuclear, su reserva aún dejaría a los EE.UU. muy por delante, con un recuento actual de 3.750 ojivas.
