El oro amplió su repunte para alcanzar el nivel más alto en más de siete años ante la preocupación de que la pandemia de coronavirus tendrá un impacto devastador en la economía mundial, afectando los resultados de las empresas y sobrealimentando la demanda de refugios.
Los futuros en Nueva York se acercaron a US$1.800 la onza, el nivel registrado por última vez en 2011. Los diferenciales entre los futuros y los precios spot siguen siendo amplios, lo que sugiere una reducción de la liquidez que agrava aún más la dislocación de precios.
“Las condiciones de liquidez son difíciles y los actores del mercado se muestran comprensiblemente cautelosos”, escribió Joni Teves, estratega de UBS Group AG, el martes en un comentario. “La trayectoria del oro ha sido bastante accidentada hasta ahora, pero dado el contexto macro creemos que el destino sigue siendo más alto”.
Los lingotes de oro se han disparado este año a medida que la crisis de salud mundial arrastró las economías a una recesión y obligó a los bancos centrales a introducir medidas de estímulo masivas. Desde la ola de ventas forzadas del mes pasado, cuando las acciones se hundieron, el oro ha protagonizado una recuperación.
Los futuros de oro Comex para entrega en junio subieron hasta un 1,3% a US$1.785 la onza, el nivel más alto desde octubre de 2012, y registraban pocos cambios a las 10:24 am en Londres. El oro al contado era US$40 más barato, a US$1.720,34, y esa diferencia importante es una característica de las operaciones en las últimas semanas en medio de trastornos físicos del mercado.
En general, el oro aún tiene margen para un alza, según Hans Goetti, fundador y director ejecutivo de HG Research.
“Lo que está sucediendo aquí es que la Fed está ampliando su balance y todos los demás bancos centrales del mundo están haciendo lo mismo”, dijo a Bloomberg TV. “Lo que se está viendo es una devaluación enorme de la moneda a largo plazo. Esa es la razón principal por la que el oro está en alza, y creo que en las próximas semanas o meses, probablemente volveremos a llegar al máximo que vimos en 2011”.
El oro ha repuntado pese a que la confianza al riesgo recibió un impulso después de que los datos comerciales de China superaran las estimaciones, mientras que el ritmo de infecciones por coronavirus se ha desacelerado en algunos países. La atención ahora se centra a cómo se pueden aliviar las medidas de aislamiento. El presidente Donald Trump dijo que tiene autoridad “total” para ordenar a los estados que relajen el distanciamiento social y reabran sus economías.
Bancos como UBS Group AG han elevado los precios objetivos para el metal. Las tenencias mundiales de fondos cotizados en bolsa respaldados por oro se han disparado a un récord por el aumento de la demanda, y la búsqueda de protección adicional de carteras por parte de los inversores. El lunes, los volúmenes en SPDR Gold Shares, el mayor fondo de este tipo, subió por encima de las 1.000 toneladas al nivel más alto desde mediados de 2013.
Con el inicio de la temporada de resultados de empresas esta semana, los inversores querrán hacerse una idea del impacto en los beneficios.
En otros metales preciosos, el platino avanzó mientras que la plata y el paladio registraron pocos cambios.