Las autoridades chinas detuvieron el estreno previsto el 25 de octubre de la película más reciente del director Quentin Tarantino, “Había una vez en Hollywood”, la más reciente consecuencia en un número creciente de costosas disputas comerciales y culturales entre Estados Unidos y el país más poblado del mundo.
La decisión de detener el estreno podría estar relacionada con la violencia de la película o con el retrato de Bruce Lee, difunto estrella de cine de artes marciales. La hija de Lee hizo un llamado directo a la Administración Nacional de Cine de China y solicitó cambios en las escenas que representan a su padre, según el Hollywood Reporter.
“Había una vez en Hollywood” ha recaudado US$366,7 millones a nivel mundial desde su debut en EE.UU. en julio. Es el segundo estreno más taquillero del año para Sony Corp., después de la última película de “Hombre Araña”.
Bruce Lee sale mal en la película, alardea de sus habilidades de lucha y luego el personaje de Brad Pitt le da una paliza.
Aunque el aplazamiento indefinido no parece estar relacionado con las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China o las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong, resalta la naturaleza delicada de los negocios en el país.
La NBA perdió recientemente varios patrocinadores locales en China cuando el gerente general de los Rockets de Houston tuiteó su apoyo a los manifestantes en Hong Kong. El comisionado Adam Silver dijo que “las consecuencias financieras pueden continuar y ser bastante dramáticas”.