Las encuestas españolas no contemplaron un aumento de último minuto en el apoyo al presidente socialista, Pedro Sánchez, en las elecciones del domingo, ya que subestimaron el impacto que tendrían los temores de una coalición de derecha.
El favorito antes de las elecciones, el conservador Alberto Núñez Feijóo, quedó muy por debajo de lo proyectado por la mayoría de las encuestas, con solo 136 diputados. Eso dejó a su bloque derechista sin mayoría en el Parlamento y al Partido Popular, de Feijóo, solo 14 escaños por delante de los socialistas.
Mientras Feijóo buscaba formar una alianza de Gobierno con el grupo de extrema derecha Vox, Sánchez pasó los últimos días de la campaña enfatizando la amenaza que supondría para la agenda progresista de su Gobierno y para las relaciones con Cataluña y el País Vasco.
El PP consiguió 136 escaños y superó al PSOE, pero no logró la mayoría ni con el apoyo de Vox
Narciso Michavila, titular de GAD3, que tenía uno de los mejores registros entre las encuestadoras locales antes del domingo, dijo que, en el último tramo de la carrera, el miedo de los votantes de izquierda a la amenaza fascista habría ayudado a explicar el resultado. Su sondeo, publicada después del cierre de las urnas el domingo por la noche, pronosticó incorrectamente que los partidos de derecha tendrían una cómoda mayoría y el Partido Popular conseguiría 150 escaños.
Un aumento en los votos para los socialistas, particularmente en Cataluña y el País Vasco, llevó a GAD3 a sobrestimar los resultados del Partido Popular en alrededor de 2 puntos porcentuales, dijo Michavila el lunes en un evento en Madrid. Los separatistas en esas dos regiones han sido un objetivo particular para Vox, que quiere revocar las amplias facultades de las que disfrutan bajo el descentralizado sistema de Gobierno de España.
Otra encuesta postelectoral realizada por Sigma Dos también pronosticó un resultado mucho mejor para el Partido Popular con una potencial mayoría para el bloque de derecha.
Traducido por Bárbara Briceño.
