Los efectos del brote de coronavirus impactarán la producción de carne en Brasil, el mayor exportador del mundo.
Minerva SA, el mayor exportador suramericano, dijo el martes en un comunicado que cerrará cuatro plantas y pagará a los trabajadores durante el tiempo libre. JBS SA está considerando un plan similar para los empleados en algunas plantas de procesamiento a medida que evalúa los impactos del virus en los mercados, según un comunicado publicado el lunes. Marfrig Global Foods SA cerrará una planta en el estado de Pará, aunque esta medida forma parte de un plan anterior para mejorar la eficiencia.
"Cada compañía está evaluando su propio proceso y racionalizando el sacrificio y la producción", dijo el lunes Antonio Camardelli, jefe del grupo exportador de carne de Brasil Abeic, en una entrevista telefónica.
Hasta hace poco, las interrupciones generadas por el virus para compañías de proteínas brasileñas se limitaban principalmente a las exportaciones por cuellos de botella en los puertos de China. Ahora, dado que autoridades de todo el mundo luchan por contener el brote aconsejando a las personas que se queden en casa, el consumo en restaurantes, bares y locales de comida rápida se desplomará.
"Para algunos empacadores de carne ha sido complicado vender carne en restaurantes", dijo el lunes Thiago de Carvalho, investigador de Cepea, en una entrevista telefónica. Si bien las mayores ventas en los supermercados podrían compensar la caída del servicio de alimentos, los compradores brasileños podrían preferir abastecerse de pollo y cerdo en lugar de carne, que es más cara.
Los exportadores de carne de res se enfrentan a una lenta recuperación de los envíos a Asia, inhibida por una escasez de contenedores, junto con un cese en otros mercados como Italia y Francia. Las interrupciones en el flujo de negocios se extienden a las negociaciones contractuales y la producción, dijo Camardelli de Abeic.
Si bien los volúmenes de exportación a Europa son pequeños en comparación con Asia, es un mercado importante en términos de una mezcla de ventas, ya que los países europeos tienden a comprar cortes costosos.
Los empacadores de carne redujeron el ritmo de las compras de ganado en medio de las turbias perspectivas de la demanda, dijo Hyberville Neto, analista de la consultora Scot, en una entrevista telefónica. Los futuros del ganado brasileño cayeron el lunes a un mínimo de cuatro meses, 18% menos que el máximo de noviembre.
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