La Liga Nacional de Fútbol americano (NFL, por sus siglas en inglés) espera evitar cualquier brote a gran escala de covid-19 en el Super Bowl, y la inmunidad parece ser una parte importante de su estrategia. La disminución en la tasa de contagios parece también estar de su lado.
La NFL limitó la asistencia general a 25.000 personas, un mínimo histórico para el evento más grande del fútbol americano en el que este año se enfrentan los Kansas City Chiefs contra Tampa Bay Buccaneers en la ciudad de Tampa, Florida.
Si bien la liga dio boletos a 7.500 trabajadores de la salud vacunados para el juego del campeonato, no se ha publicado información sobre el resto de los asistentes. Sin embargo, los modelos estadísticos podrían ayudar a medir el riesgo.
Entre los asistentes que obtuvieron boletos por su cuenta, es probable que 8,5% se haya beneficiado de al menos una de las dos dosis requeridas de una vacuna, y alrededor de 27% se haya contagiado previamente, según los datos del Rastreador de vacunas Bloomberg y las estimaciones de infección de Estados Unidos del científico de datos independiente, Youyang Gu.
Estados Unidos también ha avanzado en su programa de vacunación, alcanzando 1,3 millones de dosis por día y 35 millones de dosis en general, según el rastreador de Bloomberg. Aproximadamente 2,1% de la población ha recibido las dos vacunas necesarias.
“Cada vez que tienes un gran evento como este, es un riesgo”, dijo Jason Salemi, epidemiólogo de la Universidad del sur de Florida y fanático de los Buccaneers que verá el Super Bowl desde casa. “Pero si pudiera elegir, preferiría estar en el estadio que en una gran fiesta en una casa donde la gente no guarda el distanciamiento social adecuado”.
Sin fiestas
El Gobierno ha pasado a la ofensiva para advertir sobre los peligros y buscando evitar que el evento deportivo más popular de Estados Unidos alimente otra ola de contagios de covid-19. El miércoles, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, instó a la gente a que actúe con calma.
“Cada vez que tenemos un evento de este tipo, siempre hay un pico”, dijo Fauci en el programa Today de NBC. “La gente puede disfrutar el juego, verlo por televisión. Pero con miembros inmediatos de su familia. Por muy divertido que sea reunirse en una gran fiesta del Super Bowl, ahora no es el momento de hacerlo”.
Florida conoce el riesgo que se corre con los grandes eventos deportivos. El año pasado, el estado también organizó el Super Bowl en Miami Gardens, y el gobernador Ron DeSantis dijo después que el virus podría ya haber estado circulando en el juego del 2 de febrero de 2020. La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, dijo haber sopesado los beneficios económicos de organizar el juego contra el riesgo.
“Hemos tomado las medidas adecuadas para garantizar la salud y el bienestar de todos los aficionados”, dijo Castor el jueves en una entrevista. “Y también nos estamos enfocando en nuestros negocios, que puedan ver algún impulso económico”.