Un fallo del tribunal superior de Francia el miércoles abre el camino para que los conductores de Uber Technologies Inc. sean reclasificados como empleados, el último de una ola de fallos a nivel mundial que otorga más derechos a los trabajadores.
La Cour de Cassation en París dijo que los conductores de Uber no pueden construir una clientela, no establecen tarifas ni deciden sobre términos y condiciones, además de que se les imponen itinerarios y destinos desconocidos para ellos. El tribunal superior dijo que el hecho de que Uber “determina unilateralmente sus términos y reglas” son indicios de que los conductores parecen más empleados de una empresa que trabajadores autónomos.
“La existencia de una relación de subordinación entre la compañía Uber y el conductor cuando se conecta a la plataforma digital” hace que el “estatus de independiente del conductor sea simplemente ficticio”, escribió la Cour de Cassation.
Los tribunales de todo Europa han otorgado más derechos a los trabajadores del sector. Un tribunal de apelaciones del Reino Unido dictaminó en 2018 que los conductores de Uber tenían derecho a salario mínimo y pago de vacaciones. Además, la compañía está desafiando una ley de California que también busca convertir a los contratistas independientes en empleados más tradicionales.
“Esta decisión se relaciona con el caso de un conductor específico, que no ha utilizado la aplicación Uber desde 2017”, respondió Uber en un comunicado. “El fallo no refleja las razones por las cuales los conductores eligen usar Uber: la independencia y la libertad de trabajar si, cuándo y dónde quieran”.
Rym Saker, una portavoz de la compañía en Francia, dijo que Uber no espera que el fallo cambie la configuración de los contratos entre la compañía y sus conductores.
Las consecuencias del fallo francés son muy importantes, tanto para el pasado como para el futuro, según Vincent Roulet, abogado de Eversheds Sutherland.
“Como empleador, Uber se hace responsable de las contribuciones a la seguridad social, está obligado a respetar las horas de trabajo y, en su caso, las horas extra”, entre otros beneficios, dijo el abogado de París. “Estos puntos se aplican a partir de hoy, por supuesto, pero también a las relaciones pasadas: por lo tanto, estas relaciones pasadas deberán resolverse”.
Los costos por conductor podrían aumentar en miles de dólares si la empresa tiene que tratar a los conductores como empleados y no como contratistas independientes. En Londres, la compañía también enfrenta la pérdida de su licencia para operar en la ciudad.
“Las demandas en EE.UU. y una nueva prohibición en Londres probablemente no sacarán a Uber del camino, pero pueden afectar los ingresos de la compañía y aumentar los costos regulatorios y laborales, en nuestra opinión”, escribió Bloomberg Intelligence el martes.