Un estudio de laboratorio realizado en Sudáfrica que utilizó muestras de Covid-19 de una persona inmunosuprimida durante seis meses mostró que el virus evolucionó para volverse más patógeno, lo que indica que una nueva variante podría causar una enfermedad peor que Ómicron, que es actualmente la predominante.
La investigación, realizada por el mismo laboratorio que fue el primero en probar en el 2021 las vacunas frente a la variante Ómicron, usó muestras de una persona infectada con el VIH. Inicialmente, el virus causó el mismo nivel de fusión y muerte celular que la variante ómicron BA.1, pero a medida que evolucionó, esos niveles aumentaron hasta volverse similares a la primera versión del coronavirus identificada en Wuhan, China.
Dirigido por Alex Sigal en el Africa Health Research Institute en Durban, el estudio indica que el patógeno podría seguir mutando y que una nueva variante podría causar una enfermedad más grave y mortal que Ómicron, que es relativamente leve. El estudio aún no ha sido revisado por pares y se basa únicamente en el trabajo de laboratorio en muestras de un individuo.
Sigal y otros científicos han postulado previamente que variantes como Beta y Ómicron, ambas identificadas inicialmente en el sur de África, pueden haber evolucionado en personas inmunodeprimidas, como las infectadas con el VIH. El largo tiempo que les toma a estos individuos librarse de la enfermedad permite que el virus mute y sea más eficaz en la evasión de anticuerpos, dijeron.
El análisis “puede indicar que la evolución del SARS-CoV-2 en la infección a largo plazo no tiene por qué resultar en una atenuación”, dijeron los investigadores en sus hallazgos, que se publicaron el 24 de noviembre. “Puede indicar que una variante futura podría ser más patógena que las variantes de Ómicron que circulan actualmente”.
También existe la preocupación de que China, donde la política de cero Covid ha limitado el contagio hasta la fecha, pueda generar una nueva variante si las infecciones se afianzan y hay un gran aumento en los casos, según Christian Drosten, el virólogo más destacado de Alemania. La cobertura de vacunación de China no es alta entre las personas de edad avanzada y ha utilizado exclusivamente vacunas hechas en el país que no han demostrado ser tan efectivas como las desarrolladas Pfizer Inc. y Moderna Inc.