La faena de animales en Uruguay, productor clave que ha obtenido reconocimiento mundial por su carne proveniente de ganado trazable libre de hormonas y alimentado con pasto, podría caer al nivel más bajo en 17 años en medio de una disminución del stock de animales y de las exportaciones. Es lo que afirma Eduardo Urgal, director de Ontilcor SA, la sexta planta de empaque de carne del país en términos de faena.
Los frigoríficos uruguayos sufren una escasez de ganado y datos del Gobierno muestran que los ganaderos enviaron más de 500.000 animales a mataderos de Medio Oriente en los últimos años, dijo. El stock de ganado también se ha reducido después de años de tasas de faena constantes para atender la insaciable demanda de carne de res de China. “Con suerte vamos a llegar a faenar 1,9 millones que es un 15% menor que el año anterior”, dijo Urgal.
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Eso agravará el exceso de capacidad en una industria que puede procesar alrededor de tres millones de cabezas al año. Los frigoríficos deben producir más carne o arriesgarse a ser marginados en EE.UU. y Asia, donde algunos compradores exigen volúmenes que el país no puede proporcionar fácilmente, dijo Urgal.
“Uruguay sigue teniendo restricciones para acceder a ciertos clientes, sobre todo en Estados Unidos., porque no tiene el volumen”, dijo.
No obstante, la faena podría repuntar el próximo año y en 2022, llegando a unos 2,3 millones de cabezas, ya que una buena producción de terneros ayuda a los ganaderos a agregar hasta 400.000 animales al stock solo este año, dijo.
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Después de alcanzar un máximo de casi 12 millones de cabezas en 2016, el stock de Uruguay cayó a un mínimo de ocho años de poco menos de 11,2 millones de animales el año pasado debido en gran parte al comercio de ganado en pie.
Un estudio reciente que fija la producción potencial de la industria de la carne de vacuno en 3,5 millones de terneros y la faena en 3 millones de cabezas al año se podría alcanzar durante la próxima década si los empacadores pueden vender más carne en el extranjero, dijo Urgal.
Esto significa que la industria necesita acuerdos comerciales que abran a países como Malasia a la carne de vacuno uruguaya y reduzcan los aranceles en EE.UU., Japón y Corea del Sur, para que los empacadores puedan dar a los ganaderos incentivos financieros para expandir sus rebaños, dijo.
La carne de vacuno fue el principal producto de exportación de Uruguay por valor de US$1.800 millones el año pasado, pero los aranceles totalizaron US$ 205 millones, según datos del Gobierno. Además de las barreras arancelarias, “Esto no es sostenible en la medida en que Uruguay no pueda generar mejores ventas”, dijo. “Para mejorar el ingreso se requieren mejores tratados comerciales”.