El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que considerará la solicitud de Argentina de acelerar los desembolsos de una línea de crédito de US$50.000 millones, conforme el Gobierno intenta restablecer la confianza de los inversores.
El organismo respondió unas nueve horas después de que el presidente Mauricio Macri diera un discurso televisado en el que dijo que Argentina necesitaba los fondos para mostrar que tenía suficiente efectivo disponible con el que financiar el presupuesto de 2019 sin endeudarse aún más. Su declaración tenía la intención de tranquilizar a los inversores pero, en lugar de ello, generó confusión entre los inversores que se han quejado de una mala comunicación y de planes inconexos. El peso se desplomó un 7,3 por ciento a un mínimo histórico.
Por qué se acelera la corrida cambiaria
El Gobierno de Macri ha tenido dificultades en los últimos cinco meses para transmitir una estrategia viable con la que apuntalar la economía, reducir los déficits presupuestarios y de cuenta corriente, y controlar la inflación de más del 30 por ciento anual. Los analistas elogiaron medidas como la aprobación de la línea de crédito del FMI en junio y la subida de las tasas de interés al nivel más alto del mundo, pero también tienen la sospecha de que los políticos carecen de la voluntad para reducir los gastos y aumentar los impuestos necesarios para dominar la inflación y restablecer el crecimiento.
"Lo que ha sucedido hoy con el anuncio de Macri sobre el FMI es un muy buen ejemplo de cómo las cosas que supuestamente ayudan pueden resultar contraproducentes rápidamente si los inversores intuyen desesperación de los políticos", dijo Tania Escobedo Jacob, estratega de RBC Capital Markets. El FMI dijo que revisará los plazos de entrega de los fondos restantes del préstamo y colaborará con Argentina en un plan para impulsar la economía.
Necesidades de financiación
"Las autoridades trabajarán para revisar el plan económico del Gobierno con un enfoque en aislar mejor a Argentina de los recientes cambios en los mercados financieros mundiales", dijo Christine Lagarde, directora general del FMI, en un comunicado el miércoles por la noche.
Los políticos argentinos creían que el acceso a la línea de crédito del FMI en junio calmaría a los mercados y compraría al Gobierno de Macri cierto tiempo para enderezar la economía. Sin embargo, la venta masiva del peso ha continuado, y ahora registra una caída del 45 por ciento en lo que va de año, amenazando con impulsar aún más la inflación y sofocar el crecimiento.
Preocupación oficial, rumores de renuncia y las lecciones del ala política
El Gobierno dijo en una presentación en julio que sus necesidades netas de financiamiento para 2019 eran de US$8.000 millones. Sin embargo, algunos economistas de Wall Street dicen que la cifra real puede alcanzar los US$20.000 millones, según los refinanciamientos de la deuda. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo a los medios el miércoles por la noche que el Gobierno está trabajando en un plan para recortar su déficit fiscal a fin de poder reducir el endeudamiento.
La rentabilidad adicional que los inversores piden por apostar a los bonos argentinos en lugar de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, un indicador clave de la confianza, saltó a 725 puntos básicos el miércoles y ha aumentado más de un 100 por ciento este año, según un índice de JPMorgan Chase & Co. El coste de asegurar los bonos del país frente a un default aumentó a un récord. "Creo que, en general, (Macri) está haciendo lo correcto. Sólo tiene que aprender a comunicar mejor", dijo Jorge Mariscal, director de inversiones para mercados emergentes de UBS Wealth Management.
