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Huawei se interpone en alianza EE.UU.-Reino Unido: Eli Lake

Cuando el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció en enero que permitiría que la empresa de telecomunicaciones más grande de China tenga un rol limitado en el desarrollo de la red 5G de su país, EE.UU. advirtió que habría grandes consecuencias. Ahora, el presidente Donald Trump ha ordenado a su administración descifrar exactamente cuáles podrían ser.

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Cuando el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció en enero que permitiría que la empresa de telecomunicaciones más grande de China tenga un rol limitado en el desarrollo de la red 5G de su país, EE.UU. advirtió que habría grandes consecuencias. Ahora, el presidente Donald Trump ha ordenado a su administración descifrar exactamente cuáles podrían ser.

Esta semana, el Consejo de Seguridad Nacional lanzó una revisión entre agencias para determinar cuáles activos militares y de inteligencia deben ser retirados del Reino Unido si Huawei participa en la construcción de la red 5G, aseguran dos funcionarios estadounidenses.

La disputa entre los dos aliados se reduce a si un país puede realmente mitigar la amenaza de inteligencia que representa una compañía China con capacidad de transmitir datos de su red inalámbrica al gobierno chino. Johnson ha dicho que el Reino Unido sí puede, prohibiendo el equipo de Huawei de las estaciones de base cerca de las ubicaciones militares o de inteligencia sensibles y limitando la participación general de la compañía en la red 5G.

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Los funcionarios estadounidenses no creen en estas garantías. Como dijo el secretario de Defensa, Mark Esper, al Congreso esta semana: "Si nuestros aliados de la OTAN incorporan la tecnología de Huawei, esto bien puede tener un impacto severo en nuestra capacidad para compartir información de inteligencia y planes operativos, y en la de la alianza para conducirse como tal".

Un alto funcionario estadounidense que trabaja con la política sobre Huawei me dijo que uno de los propósitos de la revisión entre agencias era hacer un inventario de los equipos y las bases estadounidenses en el Reino Unido y evaluar los riesgos de mantenerlos allí. Como dijo este funcionario, EE.UU. necesita evaluar el impacto de poner "antenas y computadores inteligentes manejados por el Partido Comunista chino a lo largo de todo nuestro aliado más cercano". Otra fuente que está al tanto de la revisión me dijo que la intención de EE.UU. no es castigar al Reino Unido por permitir la participación de Huawei en su red 5G, sino tomar precauciones para bloquear el acceso de China a algunas de las tecnologías y los secretos más sensibles de EE.UU.

Cualquiera sea la intención, el Reino Unido tiene mucho que perder si EE.UU. ya no puede confiar en que sus programas de inteligencia y militares más sensibles puedan ser protegidos de los entrometidos ojos digitales de China. Por ejemplo, el Reino Unido alberga la base más grande de la NSA en el extranjero, en Menweth Hill, la cual fue esencial para escudriñar datos electrónicos utilizados por militares estadounidenses y la CIA con el fin de determinar las ubicaciones de terroristas en el exterior. De acuerdo con un artículo de 2016 en Intercept, esa base contiene antenas poderosas que pueden interceptar señales entre satélites extranjeros. También puede utilizar satélites estadounidenses que vuelan sobre otros países para monitorear el tráfico inalámbrico bajo ellos.

La decisión sobre Huawei ya ha perturbado algunos planes para ubicar equipo estadounidense en el Reino Unido. Está programado que EE.UU. envíe aviones de vigilancia RC-35 sensibles a la Royal Airforce Base Fairford para 2024. Un miembro del personal del Senado me dijo que estos envíos pueden estar en espera por ahora.

No solo para EE.UU. es conveniente la instalación de este equipo; también lo es para el Reino Unido. Especialmente en el marco de su salida de la Unión Europea, el país necesita mantener un alto nivel de intercambio de inteligencia con EE.UU. para su propia defensa, a la luz del prolongado declive de su gasto en esta área. Además, una relación más débil entre EE.UU. y el Reino Unido ahora, ante el auge de China, enviaría una señal de un frente dividido contra un fuerte adversario.

La buena noticia para la relación entre EE.UU. y el Reino Unido es que la Cámara de los Comunes aún tiene una oportunidad para revertir la decisión de Johnson sobre Huawei. Desde el anuncio de Johnson, un grupo de parlamentarios de su propio partido se ha rebelado contra el plan del gobierno para las 5G. Si suficientes conservadores se apartan de su líder, existe la oportunidad de que el Reino Unido se salve del error de Johnson, y en el proceso conserve la alianza más importante para su país.