El calor extremo ha alimentado algunos de los peores incendios registrados en muchas partes del mundo. Los incendios forestales sin precedentes que comenzaron en diciembre pasado en Australia arrasaron con 17 millones de hectáreas (42 millones de acres), un área equivalente al tamaño del estado de Washington, y dejaron al menos 33 víctimas fatales. La temporada de incendios de California ya ha batido récords, con 3,1 millones de acres quemados y 3.900 estructuras destruidas hasta el 10 de septiembre. En otros lugares, los incendios forestales han destruido bosques nativos, han obligado la evacuación de cientos de miles de personas, han empeorado la contaminación del aire y han liberado grandes cantidades de dióxido de carbono, que contribuirán a un calentamiento aún mayor.
Francia
Violentos incendios intensificados por fuertes vientos forzaron la evacuación de 2.700 personas alrededor de la ciudad de Marsella en agosto.
Sudáfrica
Un incendio impulsado por vientos huracanados destruyó automóviles en Signal Hill, un popular mirador en Ciudad del Cabo.
California
Enormes llamas oscurecieron los cielos en el área de la Bahía y forzaron evacuaciones en gran parte del estado.
Grecia
En el Peloponeso, se produjeron 57 incendios en menos de 24 horas en julio, lo que obligó a las autoridades a evacuar cinco áreas residenciales.
Portugal
Un bombero murió mientras luchaba por salvar Castelo Branco, que había sido devastado por otro incendio 17 años antes.
Brasil
El Amazonas tuvo su peor comienzo de temporada de incendios en al menos una década, debido a los más de 10.136 incendios detectados en los primeros 10 días de agosto.