Inversores privados han expuesto los problemas que deberán resolverse para que respalden un plan de alivio de la carga de deuda de las naciones más pobres del mundo a medida que hacen frente a la pandemia de coronavirus.
Las limitaciones legales y financieras probablemente obligarán a los inversores a renunciar a los pagos de la deuda caso por caso, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, de sus siglas en inglés), con sede en Washington, en una carta a los líderes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Club de acreedores de París.
La misiva se publicó después de que el IIF, un grupo de instituciones financieras, coordinara las conversaciones sobre un alivio de la deuda para los mercados emergentes con más de 100 empresas que gestionan casi US$45 billones en activos.
“Muchos tendrán obligaciones fiduciarias con sus propios clientes, y las obligaciones contractuales en torno a préstamos específicos y vehículos de inversión a menudo son complejas”, decía la carta. “Del mismo modo, hay muchos prestatarios soberanos diferentes incluidos en la iniciativa, y sus posiciones respectivas son únicas. Cualquier enfoque efectivo para la participación voluntaria de acreedores/prestamistas debe tener esto en cuenta”.
La iniciativa forma parte de un impulso más amplio para ayudar a las naciones más pobres del mundo. El Grupo de los 20 acordó suspender los pagos de deuda procedentes de dichos países hasta finales de año, mientras que el FMI está desembolsando fondos y centrándose en apuntalar las finanzas de estos países mientras el virus paraliza las economías.
A pesar de que los acreedores privados se comprometieron a continuar las conversaciones, mencionaron una serie de obstáculos para llegar a un acuerdo sobre el alivio, incluido el mantenimiento del acceso al mercados de los países para futuros fondos y evitar efectos indirectos en las calificaciones crediticias soberanas y desencadenar incumplimientos.
La iniciativa se aplicará a préstamos soberanos y títulos de deuda emitidos en moneda extranjera. La deuda nacional, así como las transacciones con bancos centrales, estarán fuera de su alcance.
“Las conversaciones con inversores privados y otros acreedores internacionales y prestamistas indican una disposición generalizada a apoyar los objetivos de esta iniciativa, sujeto a una mayor claridad sobre los temas clave”, dijo el IIF.