La justicia federal de Brasil suspendió la entrada de venezolanos en el estado fronterizo de Roraima conforme las autoridades locales se enfrentan a la afluencia de inmigrantes que huyen del colapso económico en el país caribeño. El juez Helder Girao Barreto emitió la orden judicial el domingo, indicando que solo se levantaría una vez que el Gobierno federal redoblara sus esfuerzos para reubicar a los venezolanos y mejorar las instalaciones disponibles para los refugiados en Roraima. La oficina del fiscal general en Brasilia planea apelar la decisión del juez, de acuerdo con los medios locales.
Se estima que 16.000 venezolanos cruzaron la frontera hacia Roraima en los primeros seis meses de este año, según el portal de noticias G1, poniendo bajo presión los servicios públicos en el estado de baja población. Con solo 10 albergues para personas sin hogar en el estado, los cuales tienen una capacidad para atender a unas 4.000 personas, muchos de los refugiados ahora duermen en las calles. Hasta ahora, el Gobierno ha reubicado a solo 820 venezolanos a otras partes de Brasil. Informaciones de delitos y prostitución en Boa Vista, la capital del estado, van en ascenso, lo que provoca un incremento de las tensiones entre migrantes y residentes. "El juez tomó una decisión sensata", dijo a Bloomberg Remidio Monai, un diputado federal del estado. "El Gobierno se hace el muerto. Mientras tanto, hospitales, seguridad pública, todo está en caos".